sábado, abril 29, 2006

España no es un mito (Una conferencia de Gustavo Bueno) ( I )


Salón de actos de la UNED, Ponferrada (León)
27 de abril de 2006.
Hora prevista: 19:00, hora real: 19:31.








La asociación cultural Monte Sinaí de Ponferrada organizó la charla-presentación del libro España no es un mito del catedrático de filosofía jubilado, don Gustavo Bueno. Como siempre, y más sangrantemente en este caso en el que la organización nos había hecho esperar media hora, la presentación fue demasiado larga -alrededor de quince minutos- e insustancial.
El conferenciante de pie se puso a hablar durante dos horas siguiendo el índice del libro pero las palabras rápidamente se alejaban del discurso para tocar –generalmente con un sarcasmo grueso e inmisericorde- determinados aspectos de la actualidad. Por cierto que en este aspecto el profesor Bueno mostró una cierta ingenuidad citando los periódicos sin, en ningún momento, dudar de cómo los diarios reflejan la realidad.
Aclaró que el libro era un encargo de la editorial Planeta y que a él le gustaba hacer libros de encargo porque así sabía que estaba tratando un tema de cierto interés para los lectores de acuerdo con el criterio de la editorial. Nunca he sentido la necesidad de publicar mis ideas por el bien de la humanidad (…) También los editores me sugirieron el título después de que otros libros míos: El mito de a izquierda, El mito de la cultura… tuvieran un cierto éxito de ventas. Decidió ajustarse a la cuarta acepción del diccionario de la RAE ( persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen ) y encabezar el volumen con el España no es un mito que luego descubrió como frase que Azaña (que no es santo de su devoción) dirigió a sus correligionarios en los convulsos tiempos anteriores a nuestra guerra civil.

Primera digresión: El concepto de mito. Además de los chistes chuscos que salpimentaron sus palabras, y otros facilones que fueron malinterpretados y por ello reídos y hasta aplaudidos por el respetable (especialmente, uno de ellos sobre el matrimonio homosexual que literalmente fue acogido con una ovación) de vez e cuando se paraba a analizar determinados temas o conceptos con un rigor exquisito que demuestra su verdadera altura intelectual. El primero de esos temas fue el propio sentido del término “mito” del que destacó dos clases esenciales. La de los mitos luminosos, útiles para el conocimiento (ejemplo de los cuales es el mito de la caverna de Platón) que definió con exacta y poética expresión: Estos mitos son las siete leguas de concepto. El segundo grupo es el de los mitos oscuros, falsos que no contribuyen al conocimiento, citando como ejemplos los, más o menos, fundacionales de los nacionalismos periféricos españoles: el e Breogán, el de Jan Zuría (hijo de una escocesa y de un culebro –Risas-) y el de Wifredo el Velloso. No citó, en cambio, los equivalentes “mitos oscuros” de fundación del conjunto de España. Decir que no los hay es mentir. José María Merino en sus Leyendas españolas de todos los tiempos (Temas de hoy, 2000) nos escribe, además de los citados por don Gustavo, sobre un nieto de Noé, Túbal, que fundó el primer asentamiento en la Península Ibérica y de alguno de sus sucesores como el tirano Gerión, fundador de ciudades desde Cádiz a Gerona, y con el que no pudo acabar Osiris pero sí Hércules…oscuridades.

2 comentarios:

Ángel Ruiz dixo...

Muy interesante definición de mito: 'siete leguas de concepto', aunque el de la caverna en rigor no lo es, sino una alegoría, extraordinaria, por otra parte.
Espero con mucho interés la segunda parte de la conferencia de Gustavo Bueno.
La diferencia entre los mitos periféricos y los 'españoles' es que los primeros se utilizan políticamente y los segundos no. Muy interesante libro de Juaristi sobre mitos sobre el origen de España: El reino del ocaso. Los mitos que cuenta no los sabe nadie, una demostración de su nula utilización política en la actualidad.
Vale

Sergio B. Landrove dixo...

A mi me pareció preciosa y certera esa definición, me compemsó con crecs la media hora de espera.

Estoy de acuerdo contigo en que el de la caverna es más alegoría (¿una parábola, quizá?) que mito.Siempre me sorprende en este tipo de exposiciones en las que alguien empieza criticando la poca precisión con que se us ael lenguaje acaba siendo impreciso y hablando de mitos en sentido amplio y en sentido estricto...

¿lo de "el mito de la caverna" viene de una mala traduccion?

Gracias por tu lectura atenta. Y por la buena precisiçon de que no es necesario desmitificar los de España en conjunto porque no son usados con fines esurios y son, de hecho, desconocidos...

Un abrazo electronico.