luns, agosto 13, 2012

Curiosa politica editorial

(El editor español)


Poco puedo reprochar al trabajo de los responsables editoriales de Lumen que editan tanto bueno y tan bien, pero ni el titulo ni la nota que presenta la edición española del último tomo de las memorias de Leonard Woolf dice nada bueno de ellos, de él (firma “el editor”).




El libro se titula, en la versión original, Lo importante no es llegar, sino el viaje* (The journey not the arrival matters) y comprende los treinta últimos años de la vida de Leonard Woolf.

La nota habla por si misma:

Lo que en castellano publicamos aquí con el título La muerte de Virginia es, en puridad, el quinto y último volumen de la autobiografía de Leonard Woolf (…)

En 1975, Lumen, y en edición de Marta Pessarodona, ya publicó por separado el primer capítulo de ese libro, La muerte de Virginia (…) Al añadirle ahora los tres capítulos restantes (Hogarth Press, 1941-1945 y Todos nuestros ayeres) hemos decidido mantener aquel título, aún a sabiendas de que no se trata del original, por considerarlo más atractivo para el lector español que, como se ha apuntado, no cuenta aún y quién sabe por cuanto tiempo con traducciones de los títulos precedentes, algo que, por otra parte, no condiciona la comprensión cabal del libro, sin duda el que, de entre los cinco que conforman la autobiografía, mayor interés puede suscitar en el lector español.



El editor nos descubre algunas de las características de un ente interesante -enteresante- (“el lector español”):

- es capaz de acudir al reclamo de un libro titulado La muerte de Virginia y no al de otro llamado Lo importante no es llegar, sino el viaje.

- le pirra saber como afectó a los Woolf la II Guerra Mundial, la historia de la editorial que montaron (Hogarth Press) y como llevó Leonard la viudez y otros recuerdos y nostalgias de un anciano.

- no le interesa nada saber como se conocieron Leonard y Virginia, como decidieron casarse, como fue el choque de egos de escritores, como escribió ella el resto de sus obras (sí nos seduce saber cómo V.W. se enfrentó al final de la biografía de Roger Fry porque es lo que cuenta su exmarido en el tomo que nos traducen)
 
Si como parece querernos decir el editor, al lector español le importa poco el consorte de Woolf bien podía haber dedicado sus esfuerzos a espigar de los cinco volúmenes de sus memorias los pasajes en los que la menciona y hacer una antología titulada Mi vida con Virginia. En otro caso se podría haber ahorrado la nota del principio y titular el libro como quiso el autor.

Gracias a la confesión de la Nota del editor sabemos cosas sobre ese otro enteresante, el editor español:

- Quiere vender libros,cuantos más mejor

- Prefiere vender dos veces el mismo libro que editar dos libros distintos

- Quiere complacerme (como lector español que soy)

- Sabe lo que quiero, lo que me gusta y lo que me interesa
 
- El autor es importante pero podemos corregirle para ayudarle a vender uno -o más- libros

P.S: Para resarcirse, señor editor, le agradecería que tradujese el resto de los volúmenes de la memorias de L. W. porque la verdad es que el lector español (soy -he de confesarlo- uno de los que compró el libro por el falso título pero lo leyó fascinado hasta el final) empieza a querer saber más del hombre que hizo que Virginia Stephen se apellidase Woolf.

* Uso la traducción de la cita de Montaigne que hace Miguel Temprano García en La muerte de Virginia.