sábado, abril 29, 2006

España no es un mito ( II )


El profesor Bueno no dejó a lo largo de su exposición de tratar, con su peculiar mezcla de sarcasmo y saber enciclopédico, temas de interés para periodistas (a juzgar por el espacio que éstos les dedican en sus medios) como el del proyecto gran simio que un diputado del PSOE ha presentado en el Parlamento y sin caer, o cayendo conscientemente lo que es peor, en la trampa que estas propuestas encierran. Si con el proyecto gran simio se consigue que un pensador riguroso pierda –el tiempo no vuelve- diez minutos de una conferencia dedicada a defender la idea de España en hablar de los homínidos, la maniobra de distracción ha cumplido más que satisfactoriamente su fin ultimo, ocupar a la gente en tonterías mientras los temas serios se abandonan por viejos y manidos.
Don Gustavo se rió de los políticos (citó concretamente a Rodríguez Zapatero y Peces Barba) que de manera recurrente eluden hablar del término nación señalando que es una “cuestión puramente semántica”, con lo que no dicen nada pues como nación es una palabra todo debate sobre ella ha de ser necesariamente semántico. Y dentro de esa línea nominalista hizo que nos fijáramos en la inconsistencia lógica del concepto “nación de naciones”, tan de moda, que recibe su marchamo de construcciones de gran raigambre y prestigio como “rey de reyes” o “cantar de los cantares” [si bien, añado yo, quieren decir cosas bien diferentes] pero que es absurda y vacía en si misma. Comparó a la Nación de naciones con el concepto geométrico imposible del decaedro regular pues la esencia de la nación es la soberanía y la soberanía –como poder absoluto que es- no puede admitir dentro de sí otros poderes absolutos, otras soberanías, otras naciones. A este escuchante le nació una sonrisa pues parecía que la disertación dejaba a atrás los prolegómenos, algo chocarreros y, mayoritariamente decepcionantes para entrar en harina.

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