martes, abril 11, 2006

Ruina de Zamora, una crónica de Ramón Topaz.


A María del Sol Esteban Moro, por las molestias.

RUINA DE ZAMORA.


Las tropas de la V Fuerza Estelar toman Zamora atraídas por las excelencias monumentales y culinarias de la ciudad.

RAMÓN TOPAZ. (CORRESPONSAL) El pasado mes de marzo la Junta de Castilla y León lanzó, a bombo y platillos, la campaña «Castilla y León te conquistará» con el fin de potenciar el turismo en la bella y artificial comunidad española. Como no podía ser de otro modo a esta iniciativa se unieron las nueve Diputaciones Provinciales y el Consejo Comarca del Bierzo con los lemas (por riguroso orden alfabético) Ávila te conquistará, El Bierzo te conquistará, Burgos te conquistará y así sucesivamente que fue difundida en todos los medios de comunicación leales al actual ejecutivo regional. En un alarde de originalidad el consejero de turismo, Federico Goriánchikov, decidió que varios de los anuncios que se habían grabado para la radio con la colaboración de los más prestigiosos artistas de nuestra tierra (como muestra cabe señalar la participación de Jonatán Fernández y Sheila-Ruth Cascallana, campeones del mundo de tunning; Ramiro Ordial, fabricante de madreñas; los portadores de los gigantes y cabezudos del Ayuntamiento de San Matías Casquero (Ávila) y el reputadísimo cocinero zamorano, don Aitor Murabieta) fueran transmitidos a través de la antena del Centro Internacional de Estudios Espaciales de Palencia que dirige un programa que, en colaboración con la N.A.S.A., intenta entablar contacto con vida inteligente en el resto de la Unión Europea y el espacio exterior. Sorprendentemente parece que los reclamos surtieron efecto pues en la tarde del lunes se divisaron sobre la capital zamorana (Zamora) dos objetos no identificados con forma de mastaba que permanecieron suspendidos sobre la Plaza Mayor durante, aproximadamente, ocho horas. La ciudad fue desalojada por el miembro de protección civil que estableció un perímetro de seguridad alrededor de las míticas murallas celtíberas de la Villa. Tras el silencio inicial y según fuentes del destacamento militar que dirigió la operación, del interior de uno de los paralelepípedos, cuyo tamaño es equivalente a veinte campos de bolos leoneses superpuestos, salió una voz que dijo: «Soy el Almirante Pérez de la V Fuerza Estelar. Simplemente querríamos probar, si no es mucha molestia, las deliciosas crestas a la Murabieta que nos conquistarán. Lo hemos oído por la radio y como estábamos por la zona…» El Teniente López-Two, jefe de la defensa de Zamora, tras informarse contestó a través del megáfono: «No es temporada y además los lunes el Memento gustativo (el restaurante de don Aitor) está cerrado.» Lo que desencadenó la destrucción de la bella ciudad castellana ¿o leonesa?


Publicado en el número quince de Le Rosaire de L´Aurore, noviembre de 2005.

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