Colaboración de Álvaro Cunqueiro leída en RNE el 1 de febrero de 1956:
Mañana, dos de febrero, es el día de la Candelaria, celebrando la Iglesia la Purificación de Nuestra Señora. En la cosecha de febrero loco, la mañana de la candelaria siempre es gozosamente tibia, y dicen porque las candelas que se encienden calientan e iluminan al mundo. Ustedes saben que habiendo visto San Ilaz de Ruez pasar tal día como mañana una isla navegando ante el Finisterre bretón, supo que era de gente cristiana por las candelas que llevaban encendidas, pues iban celebrando la Purificación de la Virgen María. Y San Efrén de los Sirios, que estaba en el desierto, no teniendo vela que encender, vino un cuervo y le trajo un panal de miel: San Efrén partió la miel con el cuervo y con unos ratones que casualmente pasaban por allí, y con la cera amasó un cirio, y en las arenas pudo encender la candela de la Purificación.*
Nada dice Cunqueiro de otra costumbre de estos días, en Cacabelos (León) la gente lleva al templo bollos de pan que, después de ser bendecidos, reparten entre sus familiares y amigos. (Tradición que, hasta donde sé, también se sigue en la siempre inestable Colegiata del Sar de Santiago de Compostela). Dicen que se debe a que mañana es el día de San Blas que, además de anunciar la vuelta de las cigüeñas (este año sí se han ido, por lo menos de mi barrio) protege frente a las enfermedades de la garganta. El pan bendito el día de la Candelaria se come el día de San Blas para hacer frente a los últimos fríos que acechan nuestros gaznates.
Si saben más explicaciones no dejen de comunicármelas, por favor.
Mañana, dos de febrero, es el día de la Candelaria, celebrando la Iglesia la Purificación de Nuestra Señora. En la cosecha de febrero loco, la mañana de la candelaria siempre es gozosamente tibia, y dicen porque las candelas que se encienden calientan e iluminan al mundo. Ustedes saben que habiendo visto San Ilaz de Ruez pasar tal día como mañana una isla navegando ante el Finisterre bretón, supo que era de gente cristiana por las candelas que llevaban encendidas, pues iban celebrando la Purificación de la Virgen María. Y San Efrén de los Sirios, que estaba en el desierto, no teniendo vela que encender, vino un cuervo y le trajo un panal de miel: San Efrén partió la miel con el cuervo y con unos ratones que casualmente pasaban por allí, y con la cera amasó un cirio, y en las arenas pudo encender la candela de la Purificación.*
Nada dice Cunqueiro de otra costumbre de estos días, en Cacabelos (León) la gente lleva al templo bollos de pan que, después de ser bendecidos, reparten entre sus familiares y amigos. (Tradición que, hasta donde sé, también se sigue en la siempre inestable Colegiata del Sar de Santiago de Compostela). Dicen que se debe a que mañana es el día de San Blas que, además de anunciar la vuelta de las cigüeñas (este año sí se han ido, por lo menos de mi barrio) protege frente a las enfermedades de la garganta. El pan bendito el día de la Candelaria se come el día de San Blas para hacer frente a los últimos fríos que acechan nuestros gaznates.
Si saben más explicaciones no dejen de comunicármelas, por favor.
*Cunqueiro en la radio. Fundación Pedro Barrié de la Maza. 1991.
4 comentarios:
Me parece que mi abuela también sigue esa costumbre. Y es de un pueblín de al lado de León.
Por pequeño que sea no me desagradaría conocer el nombre del pueblín.
Muchas gracias por la aportación.
Hola Sergio
Me consta que en Villadangos del Páramo también se hace.
Muchas gracias, Miguel Ángel.
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