«Siempre hemos intuido que lo urbanamente correcto es una pura convención con la que intentamos, infructuosamente, ocultar la realidad, una realidad que “no es apta para todos los públicos”. En vez de intentar comprenderla para luchar contra ella hemos construido a nuestro alrededor un mundo de mentira, ajeno al mal, que tiene su más claro exponente en los reclamos publicitarios. Pero tras la sonrisa de la modelo está la dentadura afilada con la que nos arrancaría la oreja de un mordisco si se diera la situación que la llevara a ello (En nuestro mundo esas situaciones pasan a millares cada día) Así somos, seres terribles. El mal habita en todos nosotros y no podemos evitar sentir sus empujes por más que nos de vergüenza reconocerlo. Somos lobos e, incluso, peores.
Como colectivamente hemos pactado no ser así, nuestra esencia brota en los sueños –y no sólo cuando dormimos- que son tan reales, insisto, como lo meramente acaecido.»
Como colectivamente hemos pactado no ser así, nuestra esencia brota en los sueños –y no sólo cuando dormimos- que son tan reales, insisto, como lo meramente acaecido.»
The Ecstasy of Cecelia.
Esto fue lo que escribí tras ver un cuadro del, para mí, desconocido pintor Mark Ryden (EUA, 1963) Su obra me recuerda a la de otros de mis artistas favoritos (Magritte, Dalí, Buñuel, Kalho, Gorey, Lugrís o Burton) y es uno de eso pintores contemporáneos que no podemos despachar con un “eso lo haría yo”.
Vistos desde lejos sus cuadros parecen ilustraciones para los libros infantiles que hemos ido haciendo recortando los pasajes menos recomendables de los clásicos.
Contemplados en sus minuciosos detalles son las ilustraciones que deberían llevar muchas de las versiones no censuradas de los relatos de Andersen, Perrault y los Grimm.
Saint Barbie.
De hecho el estilo exageradamente ñoño hace que contraste aún más todo lo que nos revela. Pueden ver más sobre este muy interesante pintor y su obra en su página web.
Aviso a navegantes: En ocasiones roza lo blasfemo.
4 comentarios:
Vaya, por un momento pensé que el texto era el impulso vital del mismo ilustrador, quiero decir, lo que le impulsa a hacer obras como las que hace.
Supe de él por Trevor Brown, quizás, si te gusta este, también podría gustarte.
Te sigo leyendo.
Saludos!!
A mi me recuerda a Tim Burton. ¿Qué haría David Lynch inspirándose en estos cuadros? A ti te ha salido un buen comentario.
Buen descubrimiento
José María Merino en una entrevista reciente (23 de noviembre, El Mundo) a propósito de su nueva novela de microrrelatos comentaba que lleva una especie de diario de sueños que quiere publicar. Declara que "es producto de épocas de mal dormir y me ha supuesto un gran esfuerzo porque los sueños hay que saber calzarlos".
Una aportación más sobre lo que inspira el mundo de aquel mito griego hijo de la Noche y hermano de la Muerte que vivía en una caverna en la que nunca penetraba el sol.
Gracias por sus comentarios. Quizá sobrevaloran un poco mi crítica, simplemente dejé volar mi pluma...como en un sueño.
Buscaré a Trevor Brown y le comento.
Precisamente estoy leyendo la recopilación de microrrelatos CUENTOS DEL LIBRO DE LA NOCHE en el que escribe sueños e intuiciones de la duermevela, entre otras cosas. Se lo recomiendo.
Lo de los sueños y los escritores es interesante hace poco en el suplemento cultural del diario ABC venía una columna en la que no recuerdo quíén decía que coleccionaba sueños de escritores, previos a Freud. Me comprometo a buscarlo y compartirlo con ustedes. Si ustedes lo tienen cerca no dejen de enviármelo, por favor. (blandrove@yahoo.es)
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