ARCHIVOS DE LA O.P.A.
La práctica de la impostura (I)
El siete de febrero de 1910 desde una oficina postal londinense se envió el siguiente telegrama a Sir William May, almirante del H.M.S. Dreadnought, el buque insignia de la marina inglesa:
«Príncipe Makalen de Abisinia y séquito llegan hoy a Weymouth a las 4:20 STOP Desean visitar Dreadnought STOP Ruego prepare recepción STOP Lamento avisar con poco tiempo STOP Olvidé telegrafiar antes STOP Les acompaña intérprete STOP Hardinge, Departamento Asuntos Exteriores.»
No había demasiado tiempo para preparar la llegada de los nobles abisinios así que nadie se tomó la molestia de contrastar un telegrama firmado por el subsecretario de asuntos exteriores.
A esa misma hora una extraña comitiva se dirigía desde Londres en tren hacia Weymouth en cuyo puerto estaba amarrado el Dreadnought. El séquito del príncipe Makalen (en realidad, Anthony Buxton que llegaría a ser un conocido naturalista) lo integraban cinco hombres más: Duncan Grant, Virginia Woolf (aún soltera y apellidada Stephen) y Guy Ridley que eran unos nobles abisinios que acompañaban al príncipe en su visita al Reino Unido; un intérprete alemán, Herr George Kauffmann (en realidad, Adrian Stephen, hermano de Virginia) y Mr Herbert Cholomondeley del Departamento de Asuntos Exteriores (representado por William Horace de Vere Cole, un adinerado irlandés experto en estas bromas que era el cabecilla de la farsa).
La práctica de la impostura (I)
El siete de febrero de 1910 desde una oficina postal londinense se envió el siguiente telegrama a Sir William May, almirante del H.M.S. Dreadnought, el buque insignia de la marina inglesa:
«Príncipe Makalen de Abisinia y séquito llegan hoy a Weymouth a las 4:20 STOP Desean visitar Dreadnought STOP Ruego prepare recepción STOP Lamento avisar con poco tiempo STOP Olvidé telegrafiar antes STOP Les acompaña intérprete STOP Hardinge, Departamento Asuntos Exteriores.»
No había demasiado tiempo para preparar la llegada de los nobles abisinios así que nadie se tomó la molestia de contrastar un telegrama firmado por el subsecretario de asuntos exteriores.
A esa misma hora una extraña comitiva se dirigía desde Londres en tren hacia Weymouth en cuyo puerto estaba amarrado el Dreadnought. El séquito del príncipe Makalen (en realidad, Anthony Buxton que llegaría a ser un conocido naturalista) lo integraban cinco hombres más: Duncan Grant, Virginia Woolf (aún soltera y apellidada Stephen) y Guy Ridley que eran unos nobles abisinios que acompañaban al príncipe en su visita al Reino Unido; un intérprete alemán, Herr George Kauffmann (en realidad, Adrian Stephen, hermano de Virginia) y Mr Herbert Cholomondeley del Departamento de Asuntos Exteriores (representado por William Horace de Vere Cole, un adinerado irlandés experto en estas bromas que era el cabecilla de la farsa).
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