luns, novembro 14, 2005

Un caso más de “no-plagio” (y III).

Y concluye el texto que me envía desde Santiago mi amigo Benito:

«Mi misiva fue replicada por el autor de la primera carta haciéndome parar mientes en esa otra clase de no-plagio que te digo:

A DON BENITO. O pasado quince de maio don Benito Pantaleón escribiu nesta misma sección que unha carta miña, tamén publicada aquí e titulada Semellanzas, non era máis que un plaxio dun texto de Domingo García-Sabell.
Sorprendeume a acusación pois confeso non ter lido Paseata arredor da morte a pesares das recomendacións da miña nai que gusta moito da obra e do saber do sanador compostelán. Corrín a librería, merqueí o ensaio e lín as páxinas ás que o señor Pantaleón se refire. Nelas tal e como eu imaxinara, o señor García-Sabell resumía o contido do libro Aprazamento da execución de Stewart Alsop; é dicir, o doctor facía o que eu fixen na miña carta ou, por respectar a orde cronolóxica, eu fago na carta o mesmo que él no libro. ¿Plaxio?
Xa me vin nalgunha destas festas outras veces, creánme sen comelo nen bebelo, respecto de frases e de historias enteiras e, supoño, tamén lle terá pasado ó señor Pantaleón de abriren un libro e atoparse perfectamente argumentado un razoamento que, ata aquél mesmo intre, sentía como orixinal de seu.
Respecto o meu nome: é o que é, e pensó que non térei que explicarlle a don Benito Pantaleón as pequenas lerías de ter un nome inverosímil.

Demetrio González-Sarela. El correo gallego, dos de junio de 2003. (…)»

A DON BENITO. El pasado quince de mayo don B.P. escribió en esta misma sección que una carta mía, también publicada aquí y titulada Parecidos, no era mas que un plagio de un texto de Domingo García-Sabell.
Me sorprendió la acusación pues confieso no haber leído Paseata arredor da morte a pesar de las recomendaciones de mi madre a la que gusta mucho la obra y el saber del sanador compostelano. Corrí a una librería, compré el ensayo y leí las páginas a las que Pantaleón se refiere. En ellas, tal y como había imaginado, el señor García-Sabell resume el contenido del libro Aplazamiento de la ejecución de S. Alsop; es decir, el doctor hace lo que yo hice en mi carta o, por respetar el orden cronológico, yo hago en la carta lo mismo que él en el libro. ¿Plagio?
Ya me vi en alguno de estos líos otras veces, créame que sin comerlo ni beberlo, respecto de frases y de historias enteras y, supongo que también le habrá pasado alguna vez al señor Pantaleón que, al abrir un libro, encontró perfectamente argumentado un razonamiento que, hasta aquel mismo momento, pensó era propio y original.
En relación con mi nombre: es el que es, y pienso que no tendré que explicar a don Benito Pantaleón los inconvenientes de tener un nombre inverosímil.

(Traducción Sergio B. Landrove)

El supuesto de “no-plagio” del que habla Pantaleón es aún más complicado pues hace necesario dirimir quién entre dos personas que, en diferentes momentos y sin conocer la segunda la obra de la primera, escriben una obra semejante o idéntica, es más original. Como en un juicio lo arduo es probar si el segundo autor ignoraba realmente la existencia de la obra del precursor… No es difícil sino, seguramente, imposible.

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