sábado, novembro 12, 2005

Más sobre el plagio.

En relación con el tema del plagio, al que me lleva a escribir un anónimo lector, quería aportar esta nota de los diarios de Carmen Martín Gaite que explica mejor lo que quise expresar en mi breve respuesta.


LA PROPIEDAD INTELECTUAL

“Copiar” a otro escritor puede ser también como participar, hablar con él o “haced esto en memoria de mí”, vivificar las frases de un amigo, su lenguaje, hacerlo tuyo, meterlas en tu contexto, traducirlas a tu lenguaje, entender a través de otro.
Los libros que “te dicen algo”, son los que descubren a la luz y mediante el logos algo que tú ya habías pensado. Van contigo, dentro de ti, y a veces hablan por ti. Uno es un tejido de los diversos libros que ha leído, de los amigos que ha tenido. Hacer clasificación de lo que es tuyo y ajeno resulta afectado. Si lo has asimilado bien y tejido con lo tuyo, ya es tuyo. Nada se posee en estos pagos. Sólo se apodera de algo aquel que no lo ama, que se deslumbra por un brillo que ni le calienta ni entiende pero que le parece prestigioso. Sólo copia ese. Yo no puedo, aunque quiera, copiar a Henry James, coincidimos, somos amigos, eso sí, el logos es de todos. Veo, pues, que no necesito citar y delimitar lo que he tomado de los otros para el cuento de N.A. Son préstamos que me rozan, que me alegran, calientan y agradezco, pero no me siento en la obligación de declararlos porque el guiso es mío. Tampoco necesito decir a cada instante -porque sería interrumpir mi discurso y fatigar inútilmente al oyente- esto lo decía mi madre, esto una criada, esto Emilio Montón. El oído lingüístico te aconseja espontáneamente cuándo procede hablar de los autores, no tanto por la paternidad de ese logos cuanto por contar las historia del origen de la entrada de ese logos en tu acervo, l cual sirve de introducción a una historia lateral. Cada palabra en puridad, tendría que acarrear una historia y la acarrea en chispazos de a segundo, aunque no la contemos.

(Carmen Martín Gaite. Cuadernos de todo. Marzo de 1975.)

1 comentario:

Anónimo dixo...

Se comenta que Montaigne decía: Las abejas liban acá y allá las flores más ellas hacen con ello la miel que después es toda suya.