luns, novembro 14, 2005

Un caso más de “no-plagio” (I).

Tras leer las últimas anotaciones sobre el plagio Benito Pantaleón, el profesor de literatura del que les hablé otro día, me escribe lo siguiente:


«Además de los dos supuestos de no-plagio que citas en tu respuesta a uno de tus lectores, creo necesario hacer referencia a uno más. Es posible de que dos autores escriban la misma obra (o una obra tan parecida que sea sospechosa de plagiaria) sin tener previo conocimiento el uno del otro ni de sus respectivas creaciones. Un ejemplo, en el que participé como frustrado detective literario, es el de esta carta al director publicada en el diario compostelano El correo gallego el siete de mayo de 2003:

SEMELLANZAS. A carta do señor Casavella que publicaron o pasado 1 de maio recordoume, en parte, un libro do xornalista estadounidense Stewart Alsop no que narra a súa experiencia como enfermo terminal desde o intre no que lle foi comunicado que padecía unha leucemia. Despois os especialistas pensaron que se trataba dun proceso patolóxico raro que podería traer consigo un alogamento da supervivencia de aí que leve por título Aprazamento da execución. Nel o autor vai anotando os síntomas, as probas médicas, o trato familiar... Unha vida en apariencia normal; por baixo o desamparo e a vertixe da pavura absoluta.
Nun primeiro momento prodúcese a adaptación “o inaturable faise aturable e un aprende a vivir coa morte ó no pensar nela excesivamente” despois síntese dependente dos demais o que o leva a cólera e finalmente chega a aceptación da realidade: a morte e o inexorable remate de as nosas vidas. Xa non que da ren que facer. Compre, entregarse. Compre, morrer.
No último párrafo din Alsop “un home que está a morrer precisa morrer, así como un home que esta a durmir precisa durmir e chega un tempo no que resistir é un erro. Hay un tempo para vivir pero tamén para morrer. Ese derradeiro non chegou para min. Pero chegará como chega para todos nos.” Con rememoracións do Eclesiastés este xornalista encarará a desaparición do se u corpo. ¿E o demais? No libro soamente din que non cre en Deus pero antóllaseme que ese non crer era un oco de crenza.
¡Cántas semellanzas entre o escritor americano e o seu lector! Cántas semellanzas entre todos nós sans e doentes, ante o único certo: o noso deceso.

Demetrio González-Sarela. »

PARECIDOS. La carta del señor Casavella que publicaron el pasado uno de mayo me recordó un libro del periodista estadounidense S. Alsop en el que cuenta su experiencia de enfermo terminal desde el momento en que se le comunica que padece una leucemia. Más tarde los especialistas concluyeron que se trataba de un proceso patológico raro que podría conllevar un alargamiento de la supervivencia de ahí que el libro se titule Aplazamiento de la ejecución. En él el autor va anotando los síntomas, las pruebas médicas, el trato familiar… Una vida en apariencia normal que oculta el desamparo y el vértigo del pavor absoluto.
En un primer momento se produce la adaptación “lo insoportable se hace llevadero y uno aprende a vivir con la muerte o a no pensar en ella excesivamente”, después se siente dependiente de los demás lo que le lleva a la cólera y, finalmente, llega la aceptación de la realidad: la muerte es el inexorable final de nuestras vidas. No queda nada que hacer. Toca entregarse. Toca morir.
En el último párrafo Alsop dice: “un hombre que se muere necesita morir tanto como un hombre que se duerme necesita dormir y llega un momento en el que resistir es un error. Hay un tiempo para morir y otro para vivir. Ese último aún no llegó para mí. Pero llegará como nos llega a todos”. Con reminiscencias del Eclesiastés este periodista se enfrenta a la desaparición de su cuerpo. ¿Y lo demás? En el libro dice que no cree en Dios pero a mí me parece un vacío de creencia.
¡Cuántos parecidos entre el escritor americano y su lector! ¡Cuántos parecidos entre todos nosotros, sanos y enfermos, ante lo único cierto: nuestro deceso!

(Traducción al castellano de Sergio B. Landrove)

Ningún comentario: