luns, novembro 14, 2005

Un caso más de “no-plagio” (II).

Sigue Pantaleón en su carta:

«Creí ver un mero plagio de un ensayo del doctor García-Sabell que por aquel entonces estaba leyendo por lo que mandé la siguiente carta:

«PLAGIO. El pasado miércoles publicaron en su periódico una carta titulada irónica y autoinculpatoriamente Semellanzas firmada por un tal Demetrio González-Sarela y que era respuesta a otra de un enfermo terminal.
Escribo “irónica y autoinculpatoriamente” porque algo más que “semellanzas” hay entre el contenido de la carta y el de las páginas cuarenta y ocho y siguientes de Paseata arredor da morte (Galaxia, 1999), excelente ensayo del doctor García-Sabell. Ustedes pueden comprobarlo; puro plagio. Como ven no sólo el contenido sino también las iniciales del remitente, que no autor, coinciden con las del sanador compostelano.
No creo que una enfermedad como el síndrome del censor, quizá esta menos que ninguna otra, pueda ser motivo de burla o juego metaliterario; pero parece que siempre hay alguien dispuesto a reírse de todo, incluso de lo más serio.
Evidentemente, nada tengo que reprochar al contenido de la carta. Pocos estudios hay tan rigurosos del ser humano frente a la muerte como el de don Domingo. Aprovecho esta ocasión para recomendarles su lectura.
Benito Pantaleón. El correo gallego, quince de mayo de 2003.»

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