Las noticias no sólo han sido usadas por el colectivo Todoazen para elaborar El año que tampoco hicimos la revolución (Caballo de Troya, 2005), los titulares de los periódicos son un elemento esencial para que avance la acción/ficción en las aventuras del escritor José Ditirambo que Gonzalo Suárez narra en Rocabruno bate a Ditirambo (1966) y La Reina Roja (1981).
Cuando, en la primera de esas novelas, Ditirambo acaba de matar a un policía creyendo que era uno de los asesinos que iban a buscarle y comprende que las cosas se le complican, su acompañante, la hermana de la viuda del oso de Riverdale (esto es otra historia) le dice:
-Es mejor que te vayas –aconsejó. Desconozco las causas pero preveo los efectos. Estas solo y te aniquilarán.
-Pero tú estás conmigo –objeté.
-Si yo estuviera contigo estaríamos dos veces solos –replicó.
-Puede que estemos solos –acepté-, pero no indefensos. Tenemos algo que ellos no tienen. Somos más inteligentes.
-De nada nos servirá la inteligencia, si nos comportamos tontamente.
Cogí el periódico leí:
ABEJAS MORTÍFERAS DE BRASIL.
RIO DE JANEIRO (Estado de Guanabara, Brasil). Amplias zonas del industrioso Estado de Sao Paulo se encuentran con una verdadera plaga de abejas mortíferas, descendientes de una castas que se importó de África para mejorar la apicultura, fuente de riqueza muy importante en esta zona. Esas abejas de origen africano, han causado la muerte de varias personas en el estado de Sao Paulo, y también han perecido cientos de animales domésticos y montaraces abatidos por los aguijones de numerosísimos enjambres.
Descolgué el teléfono y pedí una conferencia con Brasil:
-Soy José Ditirambo y estoy en Toronto –dije. Quiero que se me envíe con urgencia un cajón repleto de abejas mortíferas. Gracias.
Las abejas, claro, resultarán determinantes para salir del embrollo.
En La Reina Roja (1981) la prensa también se inmiscuye en la trama. Así comienza el capítulo el capítulo séptimo:
Abrí el periódico: Una jovencita de dieciséis años, con gafas oscuras y pelo lacio, mató a dos personas e hirió a nueve. Declaró que no le gustaban los lunes. Era viernes. Nadie sabe donde está Fischer. Yo tampoco. Le habían desposeído del título. A mí, de los papeles. El Banco Hispano Americano insertaba un anuncio: nosotros atendemos y tratamos a as mujeres igual que a los hombres. Yo también siempre y cuando no pertenezcan al departamento de publicidad del Banco Hispano Americano.
Yo creo que las citas de los periódicos que Suárez hace en sus obras son auténticas, es decir, fueron publicadas por los diarios del momento de la escritura de sus obras. En detrminados momentos puede llegar a dudarse pero sólo hay que echar un vistazo al periódico del día para saber que incluso las más descabelladas que se ensartan en Rocabruno… (con titulares aún más absurdos que el de las de las abejas mortíferas: SE RESQUEBRAJA EL TIBIDABO, PROCEDENTE DEL ESTE LA HIDROFOBIA SE CIERNE SOBRE EUROPA, UN TROLEBÚS SE PRECIPITA EN EL NILO, EL "GRAN DRAGÓN" DEL KU KLUX KLAN SE HA SUICIDADO, FURIOSO TEMPORAL SOBRE RIO DE JANEIRO, ¿PUEDE CHOCAR CONTRA LA TIERRA EL ATEROIDE ICARO? o NIEVE AMARILLA EN A SIBERIA ORIENTAL. *) son perfectamente comunes y no nos sorprenderían ni en las portadas del diario de mañana.
Sobre esas citas escribió Eugenio Trías que desempeñan una doble función en la obra de Suárez: 1) Una función formal. Constituyen el signo sustitutivo del espacio en blanco. Sirven de espaciamiento –juntura y separación-- de las secuencias (ocurrencias) del relato. 2) Una función material. Son, de hecho, ingredientes del relato… de un relato en el que el siniestro (…) constituye el tema el contenido.
Lo acaecido alimenta a la ficción.
Cuando, en la primera de esas novelas, Ditirambo acaba de matar a un policía creyendo que era uno de los asesinos que iban a buscarle y comprende que las cosas se le complican, su acompañante, la hermana de la viuda del oso de Riverdale (esto es otra historia) le dice:
-Es mejor que te vayas –aconsejó. Desconozco las causas pero preveo los efectos. Estas solo y te aniquilarán.
-Pero tú estás conmigo –objeté.
-Si yo estuviera contigo estaríamos dos veces solos –replicó.
-Puede que estemos solos –acepté-, pero no indefensos. Tenemos algo que ellos no tienen. Somos más inteligentes.
-De nada nos servirá la inteligencia, si nos comportamos tontamente.
Cogí el periódico leí:
ABEJAS MORTÍFERAS DE BRASIL.
RIO DE JANEIRO (Estado de Guanabara, Brasil). Amplias zonas del industrioso Estado de Sao Paulo se encuentran con una verdadera plaga de abejas mortíferas, descendientes de una castas que se importó de África para mejorar la apicultura, fuente de riqueza muy importante en esta zona. Esas abejas de origen africano, han causado la muerte de varias personas en el estado de Sao Paulo, y también han perecido cientos de animales domésticos y montaraces abatidos por los aguijones de numerosísimos enjambres.
Descolgué el teléfono y pedí una conferencia con Brasil:
-Soy José Ditirambo y estoy en Toronto –dije. Quiero que se me envíe con urgencia un cajón repleto de abejas mortíferas. Gracias.
Las abejas, claro, resultarán determinantes para salir del embrollo.
En La Reina Roja (1981) la prensa también se inmiscuye en la trama. Así comienza el capítulo el capítulo séptimo:
Abrí el periódico: Una jovencita de dieciséis años, con gafas oscuras y pelo lacio, mató a dos personas e hirió a nueve. Declaró que no le gustaban los lunes. Era viernes. Nadie sabe donde está Fischer. Yo tampoco. Le habían desposeído del título. A mí, de los papeles. El Banco Hispano Americano insertaba un anuncio: nosotros atendemos y tratamos a as mujeres igual que a los hombres. Yo también siempre y cuando no pertenezcan al departamento de publicidad del Banco Hispano Americano.
Yo creo que las citas de los periódicos que Suárez hace en sus obras son auténticas, es decir, fueron publicadas por los diarios del momento de la escritura de sus obras. En detrminados momentos puede llegar a dudarse pero sólo hay que echar un vistazo al periódico del día para saber que incluso las más descabelladas que se ensartan en Rocabruno… (con titulares aún más absurdos que el de las de las abejas mortíferas: SE RESQUEBRAJA EL TIBIDABO, PROCEDENTE DEL ESTE LA HIDROFOBIA SE CIERNE SOBRE EUROPA, UN TROLEBÚS SE PRECIPITA EN EL NILO, EL "GRAN DRAGÓN" DEL KU KLUX KLAN SE HA SUICIDADO, FURIOSO TEMPORAL SOBRE RIO DE JANEIRO, ¿PUEDE CHOCAR CONTRA LA TIERRA EL ATEROIDE ICARO? o NIEVE AMARILLA EN A SIBERIA ORIENTAL. *) son perfectamente comunes y no nos sorprenderían ni en las portadas del diario de mañana.
Sobre esas citas escribió Eugenio Trías que desempeñan una doble función en la obra de Suárez: 1) Una función formal. Constituyen el signo sustitutivo del espacio en blanco. Sirven de espaciamiento –juntura y separación-- de las secuencias (ocurrencias) del relato. 2) Una función material. Son, de hecho, ingredientes del relato… de un relato en el que el siniestro (…) constituye el tema el contenido.
Lo acaecido alimenta a la ficción.
* Esta noticia quizá también inspiró la canción Don´t eat the Yellow Snow del disco Apostrophe (´) de Frank Zappa.
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