xoves, marzo 30, 2006

OLEADA DE SUICIDIOS EN GENEVE, un reportaje de Walter Ego.


OLEADA DE SUICIDIOS EN GENEVE

La quiebra de varias compañías Aseguradoras siembra de cadáveres la capital suiza.

WALTER EGO (Corresponsal) La céntrica Avenida Ricardo Martí Fluxa de Ginebra (a la que sus habitantes continúan cabezonamente llamando Geneve) está plagada de cadáveres. Esta afirmación no sorprenderá a los más viajeros de nuestros lectores pues, como bien saben ellos y yo, el viaducto de Geneve cruza la mencionada Avenida y ha sido tradicionalmente el lugar que los ginebrenses o genevinos (en todo caso, suizos) han elegido para suicidarse. En un país donde el chocolate es un negocio la causa fundamental de suicidio no es el desamor sino la quiebra y en estas últimas semanas cientos de empresas de seguros y reaseguros han llegado a situaciones próximas a la insolvencia. Las razones tenemos que ir a buscarlas lejos de allí, concretamente a London, capital del United Kingdom, ciudad en la que John A. Longard, Director Gerente de Envite (léase “invaít”), una elitista casa de apuestas, nos deja entrever las probables causas de los trágicos hechos que ocupan y preocupan al, recientemente creado, Servicio de Recogida de Cadáveres del ayuntamiento centroeuropeo cuyo nombre no sé escribir. (Antes de las preguntas que transcribo a continuación este reportero saludó al señor Longard, no vaya a creer el lector que esta prestigiosa hoja volandera mantiene en nómina a maleducados)

PREGUNTA- Su (de usted) casa de apuestas es particular ¿cuándo llueve no se moja como las demás?

RESPUESTA- Entre otras razones, además aquí hace ciento veintisiete años que dejamos de admitir apuestas sobre eventos deportivos y sólo jugamos con acontecimientos históricos.

P- ¿Podría concretar más para nuestros lectores?

R- Certainly, madam. Las apuestas más recientes versan sobre la duración del postconflicto, el día del nacimiento de los hijos de su doña Letizia,…

P- Pero existe una porra especial de carácter decenal que…

R-Of course, supongo que se refiere a la que metafóricamente llamamos “the ticket for the boat that cross the Stigian Lake”. Nuestra apuesta decenal sobre cuál de los líderes mundiales mayores de catorce lustros pasará a “mejor vida” antes que los demás.

P-Usted sostiene que la muerte de Arafat puede ser un fraude relacionado con esta apuesta.

R- Yeah, baby. El accidente del Comandante Castro en octubre hizo que el cubano pasase a ocupar el primer puesto en las pujas pero, curiosamente, ese mismo día un apostante anónimo con cuenta corriente en las Islas Caimán efectuó un fuerte envite a favor de la pronta muerte del Rais Arafat. A pesar de que nos extrañó mucho aceptamos la jugada pues nuestros informes no situaban al palestino como primer cadaverable …

P- ¿Quién entonces: el Papa, Fraga, el Pato Donald?

R- Comprenderá que no le puedo contestar.

P-La muerte de Arafat, menos conocido como Abú Ammar, les sorprendió y les ha dejado en una situación de quiebra…

R- Words, words, words… Eso son habladurías, cuentos de comadres, un díxome-díxome, rumores extendidos, quizá, por nuestra competencia. Es cierto que no nos esperábamos su muerte pero el riesgo lo asumió nuestra compañía de seguros que, según las malas lenguas, no lo está pasando nada bien.


Publicado en el número tres de Le Rosaire de l´Aurore. Noviembre de 2004.

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