xoves, maio 31, 2007

Un romance de Rodrigo Osorio,“el Rucho”

UN CANON ACCIDENTAL.








Parece que mi amigo Rodrigo Osorio que tanto gustaba antaño de la experimentación y el vanguardismo ha abandonado esos descomunicativos senderos para transitar por los de la literatura popular. Todo empezó con aquellas Coplas de la vida de mi abuela que en su día descubrí por casualidad y ya publiqué en esta Constelación (si quiere, puede leerlas pulsando aquí).
Esta semana, el número 1179 del periódico Bierzo 7 [31 de mayo] acoge en su sección La opinión de los ciudadanos lo que titula Romance de la papela:





Para poder leer el texto pulse sobre él.


Evidentemente es un análisis romanceado de los resultados en las elecciones municipales en Ponferrada. Lo que hay que reconocerle a Rodrigo es velocidad y olfato periodístico pues, hoy mismo, eBierzo.com publica Ponferrada ha hablado (Romance postelectoral) que es una versión retocada y actualizada [ya cita la presencia en el consistorio de IU que no se supo hasta ayer a última hora de la tarde]. El autor de este segundo romance firma “El Rucho” y no hay duda que el romance es el mismo por lo que, de carambola, he descubierto quién es el autor de aquella viñeta que publicó Le Rosaire.

Si quieren comprobar las diferencias lean Ponferrada ha hablado en eBierzo.com pulsando aquí.

mércores, maio 30, 2007

Sobre el preplagio.

UN CÁNON ACCIDENTAL.


I. La trinchera del criterio de autoridad.

Ojalá dispusiera de frases no conocidas, de expresiones extrañas, en algún nuevo lenguaje jamás empleado antes, libre de repeticiones, de palabras rancias ya desgastadas por los antepasados,

esto escribió un tal Khakheperresenb, escriba egipcio, hace, más o menos, cuatro mil años, según cita Ramón Buenaventura en su Librillo.

II. El detonante.


Benito Pantaleón me manda un correo electrónico en el que me dice:

(…) últimamente he estado leyendo las novelas de Suso de Toro y rebuscando en la internet encontré una entrevista en los encuentros digitales que suele organizar el diario El mundo en la que un lector le pregunta «¿Poderíasme presentar á WaterMan?» a lo que él responde «Water man es un miedo nuevo. Hitchock nos hizo temer el ducharnos (Psicosis) y water man es esa mano que sale de la taza y te coge tus partes cuando estás sentado. Es humor y terror.» Acababa de leer tu cuento W.C. y me sorprendió la identidad entre ambas ficciones. Imagino que no conocías la historia de Suso. La he estado buscando y no la encuentro. Ya me dirás algo (…)


Pueden leer la entrevista íntegra pulsando aquí.

Y mi cuento W.C. pulsando aquí.

La verdad es que, a la espera de encontrar el relato de de Toro y leerlo, no es que sea parecida es que es la misma idea. Un auténtico caso de lo que yo llamo preplagio.

III. La originalidad.

La originalidad es imposible, ¿qué no habrá sido contado nunca?, escribe Andrés Trapiello en su Diario:

No hay nada que no haya sucedido cien veces. No hay nada que no se haya escrito. No hay nada que no se haya vivido.
El escritor que no admita esto se puede ir olvidando. Sólo es capaz de escribir algo nuevo el que admite que todo ha sido dicho ya una vez. En la vida hay pocas maneras de pronunciar palabras de amor. Querer ser original en ese terrerno es de una soberbia estúpida.

[Andrés Trapiello. Salón de los pasos perdidos I: El gato encerrado.]

y creo que es verdad; a poco que intentes desarrollar ficciones se te ocurren tramas, soluciones y, por supuesto, escenas que han sido contadas mil veces. Y varios cientos de ellas ( o, al menos, varias docenas) igual a como lo quieres hacer tú. En muchas ocasiones te topas con la ficción que alguien escribió antes y te alegras (si es un escritor al que admiras) o te enfadas (si es muy parecido no sólo en lo que cuenta sino en cómo lo cuenta y lo hace un escritor que no te gusta nada y tú ya habías empezado a trabajar en la ficción) pero el ser original no debe ser, sigamos en esto a Trapiello, la finalidad del contar historias. Estas coincidencias son bien diferentes a los supuestos de plagio consciente y yo (algo apunté en un comentario a uno de los asientos de esta Constelación) las llamo preplagios.


IV. El preplagio.


Hace poco comentaba con mi amigo David Hidalgo una recopilación de poemas de Luis Alberto de Cuenca que, sin habernos puesto de acuerdo, estabamos leyendo a la vez. Él había colgado en su bitácora uno de los poemas de LAC y me dijo que tras escribir él uno titulado Ficciones (pueden leerlo pulsando aquí) descubrió otro de los de de Cuenca ( El desayuno.*), que le había dicho que era de los que más me gustaba, y sus semejanzas con su Ficciones. Yo le hablé del preplagio que es mi recurso para salvaguardar mi propia estima cuando escribo después de otra persona algo muy parecido (el ejemplo claro es la relación entre mi W.C. y el Water man de Suso de Toro). Cargo la responsabilidad del plagio, sé que absurda e incoherentemente, en el autor anterior cuya obra desconocía al escribir la mía a pesar de sus semejanzas. Sé, repito, que es absurdo pero lo es tanto como si alguien dijese que yo había plagiado un relato que no conocía previamente. Ambos somos originales, al menos en la medida que se puede serlo, y mi ánimo queda a salvo de lances injustificables, como el de W.C., un relato que llevaba mucho tiempo en mi cabeza sin desarrollar y justo cuando lo escribo Benito va y encuentra la entrevista con Suso de Toro.

V. Coda (Un microensayo de José María Merino)

LA GRAN TRAMA/EL DESENLACE.

Publiqué una colección de relatos breves con muchas alusiones expresas a escritores y ficciones, y algunos críticos descubrieron además, concomitancias con autores y cuentos de las que yo no era consciente.
He tenido que hacer un viaje a cuyo regreso debo participar en la presentación de una antología de cuentos, y me llevé conmigo el libro que iba a presentar. Leí la mitad en el viaje de ida y encontré la referencia a un cuento de Kipling que viene a coincidir en su planteamiento y su desenlace, con un cuento mío de aquella colección de relatos breves. Sin embargo yo no conocía el cuento de Kipling , y el propio relato es el resultado de haber despejado con la imaginación ciertas incógnitas ocultas en la aparente vulgaridad del atestado de un accidente de tráfico, que a veces he utilizado comomaterial de un taller de narrativa.
A la mañana siguiente, al levantarme, una mosca que revoloteaba en el cuartpo de baño del hotel, incongruente con la estación, me sugirió la escritura de otro relato breve, y lo acabé antes del desayuno. Mas hoy mismo, en el viaje de regreso, al leer lo que me quedaba de la antología de cuentos que debo presentar, he descubiertouno de Katherine Mansfield, antes desconocido del todo por mí, que parece el antecedente directo de ese que escribí de improviso ayer por la mañana.
El tren continúa atravesando las tierras grises y cubiertas de niebla, y me pregunto si esas tramas que yo he venido a encontrar sin saber que ya habían sido tocadas por son de verdad ajenas o si estaban escondidas dentro de ellos y de mí, esperando el momento de desplegarse. Luego pienso que talvez no son las tramas las que están dentro de nosotros sino nosotros quienes estamos dentro de ellas. Y por fin comprendo que ser consciente de ese secreto debe ser el desenlace mismo del cuento, y con ello han de concluir también todos estos relatos.

[José María Merino. Cuentos del libro de la noche. Alfaguara. 2005.]
NOTA:

* El poema de Luis Alberto de Cuenca :


EL DESAYUNO.

Me gusta cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.

Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el Infierno)
o cuando me perdonas un olvido.

Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hanbre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno.»

MÁS SOBRE PLAGIO:

En C-18:

El plagio según Martín Gaite.


Un caso de no-plagio I , II y III.

Plagio, otra vez.

JCN y el plagio.


y también en:

El plagio literario.


luns, maio 28, 2007

Le Rosaire de l´Aurore. Número 29. Mayo de 2007.





«¡LE ROSAIRE HA SALIDO! ¡DESCÁRGUESE LE ROSAIRE!»



Número veintinueve, mayo de 2007
SUMARIO.



COMENTARIOS AMPERPAPIGIOS por Gervasio Friztgerald, director capitidisminuido de LR.

CONCEJAL CLOP. Frente a todo augurio el mítico mediapunta Raimundo Clop arrebata la tradicional unanimidad a Unidade Oriana (U.O.) en la capital solveirana.

EL SIEMPRE LETAL CLOP CABALGA DE NUEVO, por T. Eleno.

«MI OPOSICIÓN SERÁ MI CONCIENCIA.» Entrevista a Celidonio Latas, alcalde reelecto de Oria.

« ¿POR QUÉ A MÍ?» Primera entrevista con Raimundo Clop tras su triunfo en Oria.







Puede leer el número veintinueve en formato PDF pulsando aquí.

Y descargarse cualquiera de los números anteriores visitando la bitácora de Le Rosaire pulsando aquí.





domingo, maio 27, 2007

Constelación decimoctava en Diario de León (VI)

CUENTOS.

Hoy, en el suplemento Filandón (siguen sin cibersitio) de Diario de León Alfonso García tiene a bien acoger otro de mis microcuentos.

Puede saber más sobre las verdades de la mentira de este relato pulsando aquí.


PEQUEÑOS TESOROS.





A la memoria de Isaura Mouriño.




Todos los días, a eso de las ocho, bajaba por la Avenida revisando los contenedores “Están llenos de tesoros –me dijo cuando reuní valor y hablé con ella─ la gente tira cosas nuevecitas”. Comenzaba por el basurero que está junto a la frutería: allí, en cajas de cartón, le dejan lo que tiene mal aspecto, lo que nadie compra. Ella examinaba lentamente las lechugas, los tomates, los pimientos y seleccionaba lo que aún eran aprovechable. “Con estos plátanos pasados me hago una papilla excepcional”
Siempre pensé que su casa sería como un enorme trastero lleno de cajas, ruedas, somieres, televisores... Con el palo de una vieja escoba sujetó la tapa de otro contenedor y dirigió su linterna (“la encontré tirada y aún funciona”) al interior, sacó varias revistas “entretienen igual las retrasadas”. Leía mucho y de todo: periódicos, libros, pornografía, tebeos y fascículos inverosímiles. Los contenedores son una enorme biblioteca, “más aún desde que han puesto esos azules, aunque para sacar revistas de fondo hace falta mucha maña” presumía otro día acariciando orgulosa un gancho que llevaba siempre colgado del cinturón. Desde aquella primera conversación hubo otros encuentros “A mi el reciclaje me ha facilitado las cosas mucho y eso que la gente no termina a acostumbrarse a separar”. Removía el interior de los contenedores con el gancho, levantaba una bolsa y la sostenía en el aire unos segundos, intentando averiguar, por el peso, su contenido. Sacaba alguna y, ya en la acera, la registraba. Así todos los días. “A veces, una se encuentra cosas insospechadas ──afirmó señalando un broche de plata que llevaba en la solapa─ ¿lo tirarían por error? Quizá tuviera prendidos malos recuerdos...” Todos los días el mismo recorrido, empujando la silla de ruedas Avenida arriba primero y después, cuando ya la suele llevar cargada de los pequeños tesoros de cada día, Avenida abajo de vuelta a casa. “Estas cajas de madera de la frutería son muy buenas para hacer fuego en invierno, prenden muy bien” Le dije que tuviera cuidado porque hacer fuego en casa era muy peligroso. Se rió con sus dientes oscuros “No te preocupes, Él cuida de mí”- me replicó señalando al cielo. Yo temía leer en el periódico su muerte como tantas otras: “un caso más del síndrome de Diógenes cada vez más frecuente bla, bla, bla...” hoy, en el trabajo, comentaban la muerte de “esa señora que rebuscaba en los contenedores, ¿sabes quién te digo?” Yo lloré en silencio la pérdida de mi amiga: otro pequeño tesoro.




Le Rosaire de l´Aurore. Número 28. Mayo de 2007.




«¡LE ROSAIRE HA SALIDO! ¡DESCÁRGUESE LE ROSAIRE!»





Número veintiocho, mayo de 2007.
SUMARIO.

COMENTARIOS AMPERPAPIGIOS por Gervasio Friztgerald, director capitidisminuido de LR.

CUATRO AÑOS MÁS. La encuesta de Prospecciones sociológicas S.I. confirma la hegemonía de la dinastía Alveiros Latas al frente del Ayuntamiento de Oria (Solveira).

Cronología esencial de los Alveiros Latas.






Puede leer el este número en formato PDF pulsando aquí.

Y descargarse cualquiera de los números anteriores visitando la bitácora de Le Rosaire pulsando aquí.





luns, maio 21, 2007

W.C.


CUENTO.




Antes de entrar comparó los tres retretes y se decidió por el del medio, a todas luces más limpio, aún así paso un trozo de papel higiénico por el borde de la tapa. Se desabrochó el cinto, se bajó los pantalones y los calzoncillos y se sentó, acostumbraba a hacerlo aunque sólo fuera a mear. Echó un ojo a las pintadas de la puerta pero no descubrió ninguna novedad: dibujos obscenos, rimas manidas y números de teléfono de «putas gratuitas» que se mantenían, año tras año, resistiendo los embates de la señora de la limpieza.
«Espero que me dé tiempo entregar el informe antes de la una, así podré salir a tiempo y pasarme por la frutería. Ayer vi que ya tenían cerezas, carísimas, ¡pero a ella le gustan tanto!… » Un chapoteo en el fondo de la taza interrumpió sus planes. «No ha sido mi chorro ¿Qué entonces? Imaginaciones, seguro.» Con la vejiga hinchada le resultaba difícil orinar. «Siempre igual, me entran unas ganas tremendas y cuando al fin me siento…» Volvió a oír el batir del agua y ya iba a levantarse para mirar cuando algo se aferró a sus cojones. « ¡Dios! ¡Hijoputa! ¡Suelta!», chilló. Se intentó levantar para zafarse de lo que fuera, pero aquello cada vez apretaba más fuerte sus testículos causándole un dolor insoportable. Al borde del desmayo y haciendo fuerza en las paredes del cubículo logró levantarse y ver, entre sus piernas, la mano peluda que apretaba con rabia. « ¡Suelta, cabrón!», acertó a decir con un hilo de voz. Luego se desmayó.
La criatura, creyendo que había acabado con su presa, volvió a su guarida consciente de que siempre es necesario ganar una primera batalla para cambiar el curso de la guerra.











Adenda:

Benito Pantaleón me indica el posible parecido con un cuento de Suso de Toro [lea más aquí] y, finalmente, descubro que se trata del cuento O rabano polas follas (Batermán) incluido en su libro Polaroid. (16 de junio de 2007)

sábado, maio 19, 2007

Don Baltasar, de Rodrigo Osorio.


La semana pasada (sí, en pleno mes de mayo) me llegó la felicitación de Navidad de mi amigo Rodrigo Osorio. Como suele ser su costumbre era un cuento relacionado con uno de los magos de Oriente. Tras el relato en un P.S. se justificaba: Como el examen no me permitió enviártela en su momento aquí tienes ahora la felicitación de Navidad. ¡Muy feliz Navidad todo el año! Con su permiso comparto el cuento a través de la Constelación:

© Gabriel Brau Gelabert.*


DON BALTASAR.

Al día siguiente de su partida los acreedores hicieron valer las prendas que el mago había dado para poder costearse el viaje y pagar la mirra. «Está loco, se ha marchado persiguiendo una estrella. Está claro que no va a volver.», dijo uno de los usureros ante el juez. Las esposas e hijos del astrónomo apenas supieron cómo defenderse («Es verdad. Está loco», pensaban) y se limitaron a contemplar con pena como los alguaciles se llevaron las cabras y la vaca, cercaron las fincas y fijaron el foro que deberían pagar si querían seguir habitando su casa y labrando la huerta que el magistrado consideró «suficiente para su subsistencia». Las esposas, que no confiaban en el regreso del mago, contrajeron nuevos matrimonios. Al frente de la casa quedaron dos de sus hijos, los mayores.
Meses después don Baltasar regresó al pueblo con la Buena Nueva. Había parado en todas las aldeas del camino para contar los signos que acompañaron al nacimiento de Jesús. «Sin la más mínima duda: es Emmanuel», acababa siempre su relato. Sus hijos no le dejaron entrar en casa «Eres nuestra ruina. Un inconsciente. ¡Vete!» Él los comprendió. Dejó atado su caballo a la puerta y en las alforjas todo lo que quedaba de su equipaje (la túnica de los domingos, su espada y el astrolabio), «ya no los necesitaré más». Se fue a otras tierras a comenzar una vida nueva. Continuó mirando estrellas pero dejó de medirlas.




*La foto que acompaña el cuento también venía con la felicitación. Su autor es Gabriel Brau Gelabert y fue premio Caja España 2006 de fotografía, según me dice Rodrigo.

ADDENDA: Don Gabriel se puso en contacto conmigo tras ver su foto en la Constelación. Les recomiendo que visiten su cibersitio (pueden hacerlo pulsando aquí) para ver esta y otras de sus fotos en reproducciones de mejor calidad. La foto que ilustra la felicitación de Navidad de Rodrigo se titula Cazador Dogón y es la número veinticinco de la galería titulada Luces de África.




martes, maio 15, 2007

(Decimonovena) Fábula críptica.


XIX


El hamster fugitivo apenas podía creer que sus pies le llevaran tan lejos.

domingo, maio 06, 2007

Le Rosaire de l´Aurore. Número 27. Abril de 2007.



«¡LE ROSAIRE HA SALIDO! ¡DESCÁRGUESE LE ROSAIRE!»


Número veintisiete, abril de 2007.
SUMARIO.

COMENTARIOS AMPERPAPIGIOS por Gervasio Friztgerald, director capitidisminuido de LR.

«¡ESTÁ GANADO!» El primogénito de Alfonso Portador que ya en su día puso en un brete al sistema capitalista reanuda, aconsejado por sesudos y codiciosos letrados, su ofensiva contra la banca. Un reportaje de Roderick González.


49 a.C. (Aprox.) en MEMORIA HISTRIÓNICA. Nueva sección bajo la batuta de Aquilino Fernández Artelo.



Puede leer el número veintisiete en formato PDF pulsando aquí.


Y descargarse cualquiera de los números anteriores visitando la bitácora de Le Rosaire pulsando aquí.