luns, outubro 30, 2006

Constelación decimoctava en Diario de León.

Hace un par de semanas envié una selección de microcuentos a EL FILANDÓN (el suplemento cultural dominical de DIARIO DE LEÓN). Hoy descubro que ayer (domingo 29 de octubre de 2006), sin previo aviso, me publicaron tres bajo la rúbrica común de Constelación decimoctava. Como no se pueden consultar en la versión electrónica del periódico los dejo aquí tal y como fueron publicados.

Constelación decimoctava

SERGIO B. LANDROVE.

ACERCA DEL SER.

No somos nadie. Tautología.
Nunca llegarás a nada. Dogma de fe.
Fui feliz. Añoranza.
¿Qué será, será...? Banda sonora original.


SOMBRA.

El rayo de sol se coló en la habitación por un agujero de la persiana. Comenzó iluminando una diminuta parcela a la altura del techo pero, según avanzaba la mañana, bajó deslizándose por la pared. A mediodía, superadas las volutas de la cabecera, reposó en su almohada. Entonces se revolvió en la cama y el pequeño círculo iluminó su frente, justo en el lugar donde solía besarle al despedirme de él. Su carne comenzó a crepitar. Un grito espantoso acompañó el último estertor del vampiro.

UROBOROS.

El escritor consagrado no pudo soportar ni un segundo más aquel bodrio. Abrió la ventana, arrojó el superventas y se puso a escribir la crítica que le habían encargado. «Infumable y predecible», la tituló.
El libro, una trepidante intriga relacionada con los diarios personales de uno de los ayudantes del constructor de la catedral de León, cayó ante los pies de una anciana que paseaba por la acera aprovechando el sol del mediodía. No sin esfuerzo la mujer se agachó y recogió el tomo: “¡Qué sorpresa! –le dijo- ¿Cómo sabías que estaba pensando en ti?” Había oído hablar tanto del libro que decidió subirlo a su casa para que la acompañase en las tardes de aquel invierno tan frío. En primavera la terminó. Nunca había leído una novela y aquella la había seducido “¿Hasta dónde llegará la ficción?”
Fue a la biblioteca pública y devoró dos tratados de arquitectura gótica y una historia de las herejías medievales. Unos libros le fueron llevando a otros y encontró gusto por la poesía y el teatro. Siempre se la veía con un libro bajo el brazo.
Al invierno siguiente no era capaz de comprender como Amalia, su mejor amiga, era capaz de perder el tiempo leyendo «Lo que es del César», el insustancial bestseller de moda.

Más relatos pulsando aquí.

mércores, outubro 25, 2006

Entrevista (falsa) a Grigori Perelman.

HUMOROTECA DE L´AURORE.

“NO QUIERO”

Grigori Perelman, insigne matemático ex soviético, nos desvela el porqué de su negativa a recoger el millón de euros que la Asociación Internacional de Matemáticas (AIM) prometió al que resolviera la conjetura de Poincaré.

FEDERICO MAGALOFES. Tras dos meses de hartarme de oír que el teléfono al que llamaba estaba desconectado o fuera de cobertura consigo quedar con don Grigori Perelman, “el hombre más listo del mundo”, para lo que me traslado a Leningrado, ciudad que transitoriamente desde su fundación y cabezonamente desde la desaparición de la CCCP también es conocida como San Petersburgo. Al mediodía, hora en que llego a la villa rusa, la avenida Nevski (cuyo nombre permanece inalterable a lo largo de la historia humana) no difiere demasiado de aquella que describiera Gogol en su relato, sólo desentonan las pandillas de niños ebrios de vodka y con sus voluntades tomadas por el pegamento que asaltan al turista en busca de unas monedas. Afortunadamente los servicios sociales son eficaces y una simple llamada de alguno de los propietarios de los establecimientos para extranjeros hacen llegar a los ЯЖЛО, trasunto de nuestros GEOS aunque desconocedores de dos conceptos esenciales para nuestra fuerza de seguridad: pulcritud y derechos humanos. Perelman vive en un apartamento de las afueras de la antigua Petrogrado, “calle Kovaliov, número trece. No tiene pérdida –me había dicho por teléfono- es el único bloque que sigue en pie después de la última oleada de ataques de los rebeldes chechenos”. Sobre la mesa de la sala de estar de la cocina americana (solución constructiva paradójicamente extendida en Eurasia gracias a la arquitectura soviética bajo el nombre de “Sala asamblearia y de subsistencia de la célula familiar”) dos tazas de té humean.

PREGUNTA: ¿Por qué se decidió a enfrentarse a la conjetura de Poincaré?

RESPUESTA: Después de descubrir la fusión fría (en mi juventud tuve veleidades pragmáticas y fui ¡físico!, un episodio vergonzante que en la AIM aún no me han perdonado) e inventar el abrecedés...

P: ¡Fue usted!

R: Sí, fue un proyecto del soviet local que intentaba acabar con el capitalismo desde dentro que, lamentablemente, fracasó por cuestiones ideológicas: no registramos la patente y 3M nos robó el diseño que comenzó a comercializar despojado de toda su ironía primigenia... Le decía que después de desengañarme de la ingenuidad que me llevó a pensar que con la aplicación práctica del conocimiento científico se podía cambiar, para bien, el mundo; abracé la fe matemática.

P: ¿Por qué?

La pregunta parece haber dado en el blanco, don Grigori palidece, se atusa sus luengas barbas y a duras penas contiene las lágrimas que afloran en sus ojos.

R: Si le digo la verdad por miedo. Durante mi segundo año en la universidad conocí a una mujer maravillosa Katrina Petrovich Atalanaiova, mi dulce Nenka, de la que me enamoré perdidamente pero mi exacerbado apetito sexual apenas me permitía razonar a su lado... Por ella me dediqué a la física, he de reconocerlo, y después a la industria contracapitalista... Pero después de inventar el abrecedés, y como de todo se cansa uno, me aburrí de disfrutar de su cuerpo, perfecto sin duda alguna, pero limitado y, por tanto, abarcable. Me di cuenta de que estaba engañado. Mi instinto animal regía mi conciencia y la mente de Nenka, mi turgente Katrina, dominaba la mía... La quería sin paliativos, acabábamos de cumplir veinte años de feliz noviazgo, pero sus planes: matrimonio, familia numerosa, dos coches, chalé en Crimea,... eran contrarios a mi esencia. ¡Siempre quise ser matemático! La solución la encontré tras enterarme del premio de la AIM, logré convencerla de que con las matemáticas se podía ganar mucho dinero. Ella se ilusionó con el proyecto Poincaré, como lo llama y su cuerpo, no sé como pudo suceder, adquirió nuevas dimensiones, recovecos y pliegues que me animaban a investigar. La tranquilidad de que la mía era una tarea imposible y que nunca tendría que ir a comprar un televisor de plasma ni coleccionar temporadas de series de televisión en DVD me permitió alcanzar mi sueño. Pero, de repente, encontré la clave, aún no le he dicho nada y, por fortuna, no se ha enterado por la prensa ¿qué voy a hacer? ¿casarme? No quiero.

Perelman llora sobre el té. Sus lágrimas, esferas transparentes, se hunden en la infusión ocre hasta confundirse con ella. “No quiero ser un burgués sino un poeta”

Publicado en el número veintidós de Le Rosaire de l´Aurore.

luns, outubro 23, 2006

Los sueños según Andersen.

ONIRIA.

Cuando nos despertamos y tenemos la suerte de recordar lo soñado solemos preguntarnos: ¿De dónde habré sacado esas asociaciones de ideas?, ¿Por qué sé yo esto? Nos parece mentira que no haya una voluntad externa que introduzca elementos y ligazones en nuestra imaginación inconsciente. Hans Cristian Andersen lo expresó muy bien con un ejemplo en su cuento La reina de las nieves.

Gerda sale al ancho mundo en busca de su amigo Kay, un cuervo le dice que cree haberlo visto en un castillo. Ayudada por la novia del cuervo, la niña entra clandestinamente para comprobarlo. Avanza por un oscuro pasillo iluminado sólo por una lamparita.

- Creo que viene alguien detrás de nosotros –dijo Gerda, y algo se deslizó delante de ella. Parecían sombras chinescas. Caballos de ondeantes crines y delgadas patas, monteros y señoras y señores a caballo.


-¡No son más que los sueños! –dijo el cuervo. Vienen para llevarse los pensamientos de los señores y señoras de la casa: es una buena cosa, así se puede disfrutar desde la cama
. (...)

Entraron en el primer salón, era de raro color de rosa, con flores artificiales en las paredes. Aquí los adelantaron los sueños pero iban tan deprisa que Gerda no pudo ver a sus señorías.

[LA REINA DE LAS NIEVES. H. C. A. Traducción de don Enrique Bernárdez. Cuentos completos. Biblioteca Aurea. 2005.]

sábado, outubro 21, 2006

Parnasillo provincial de poetas apócrifos. Algunos poetas apócrifos ( II )




El segundo libro con el que me he encontrado y que contiene parte del catálogo del vacío perfecto lírico se titula Parnasillo provincial de poetas apócrifos y lo publicaron tres amigos (Agustín delgado, Luis Mateo Díez y José María Merino) allá por 1975.

Se presenta el tomo como una antología de escritores provincianos (de la provincia de León) y en el mismo, con el distanciamiento propio de la sátira y como dice don Fulgencio Fernández en el prólogo a la edición facsimilar que en 2000 editó el diario EL MUNDO / LA CRÓNICA DE LEÓN, se hace el retrato de una época, la crítica a un sistema, (se refleja) el descontento con un clima… La época es amplia pues los más veteranos autores nacieron en 1898* y el más joven en 1946, pero les une el escribir poesía durante el Franquismo y con sus biografías e intereses se pinta un fresco, no sabría decir si esperpéntico o real, de la vida durante la dictadura española.

El tono del conjunto parece darlo el Prólogo-exordio del, también apócrifo, don Antimio Rabanal Regalado que es un canto y defensa de la literatura popular (en un sentido próximo al que defiende Agustín García Calvo) frente a los renovadores de la lírica que, siempre siguiendo al señor Rabanal Regalado, se convirtieron en espantadores (de la lírica), tañeron los cencerros de oropel como para que el vecindario se disolviese, fundaron un cenobio y entre oficiantes acólitos se quedaron en su modorra de mutuas admiraciones (…) Y en esta circunstancia (…) como con voluntad de restituir a tantos consecuentes evadidos, al personal que tomó las de villadiego porque los predios poéticos le olían a incienso y mustia cadaverina, llegan, menos dogmáticos de lo que y quisiera pero acentuados por el decoro de una labor maldita y marginada hasta las heces, estos poetas, o poetastros del Parnasillo Provincial (…). Todo lo que de Manifiesto tiene el exordio queda atenuado, de nuevo por medio de la sátira, por el Epílogo didascálico, de don Solutor García de Polvazares que frente a la manía de dar a luz apócrifos repelendos opone una breve recapitulación sobre que se pensó acerca de las cosas bellas, y que vean de cuan poco valor a esa luz aparecen sus mamarrachadas. El epílogo es una enumeración de definiciones de la poesía, desde Sócrates a Campoamor, hilvanadas por la prosa artificial y pimpolluda de don Solutor.

Como muestras del libro, algunos botones excepcionales. La defensa de lo popular está especialmente presente en la invocación a Machado, a través de Froilán Meneses Burón* y también en un romance en el que se cuenta una historia amorosa y de casualidades, quizá real, propia de este género de literatura de cordel.

En la lista de autores del índice destaca, precisamente por su nombre, BAR ASTORGA. W. C. CABALLEROS, la biografía que lo acompaña reza así:

Algunos versificadores anónimos tienen desperdigada su obra en la secreta interioridad de determinadas paredes, como buscando lectores cómplices, indiscriminados, ocasionales, que conecten con esta lírica denostada y tantas veces irreverente en los íntimos momentos de excusado, formalmente poco aptos para acceder a las artes o a las ciencias del espíritu. El tono filosofal, el consejo o el canto meramente indecoroso, con acompañamiento de grafismos fálicos, y la publicidad clínica para el alivio de purgaciones, blenorragias, sífilis u operaciones de fimosis, suelen formar parte de tales paredes un corpus poco edificante, de gracia venérea. A tal marasmo pertenecen las siguientes composiciones, de lo más decoroso dentro de la casi siempre infame “lírica de retrete” de tan amplia tradición en nuestro solar.

Tampoco han faltado los que busquen relaciones de los apócrifos con poetas acaecidos. Hay una llamada bastante evidente, al menos para los residentes en la provincia de León, en el autor VICTORINO CREMA (1898-1975) y, señala el prologuista del facsímil, muchos han visto un trasunto del poeta catalán Pere Gimferer en el más joven (y menos popular) de los apócrifos, DESIDERIO CARRETERO OSORIO (1946)

Por su juego con lo popular me gusta especialmente la obra de EDELMIRO CAPITOL (1923) (…) Natural de Madrid. (…) Reivindica, frente al Madrid centralista, el Madrid de Lavapiés. Para él lo castizo tiene muchas variantes, como inmediatamente se verá. De León asevera que “es de provincias”.

Su poema, que huele a tango y parece tener como única fuente de jerga madrileña a Luces de bohemia, es el siguiente:

MANOLA DE VALLECAS

Manola de Vallecas dio cate a un pibe curda
y el panoli bocón no guipó al guindi gris.
Naturaca el chalao recibió su mancuerna:
cien pápiros verdosos tuvo que remitir.

Manola de Vallecas cogió al chulo de pipi
y sabrosas beatas se embolsó. estaba a pré.
Despintada y pingona, visitada del nuncio,
ojerosa y pringosa, pero mucha mujer.

Por un casual la vio el cicuta vinagre
y la dijo: amos, anda, pareces Mandelón.
Se creía el viejales que era suave la puri,
si te doy un tetazo te mando a Nueva Yor.

El golferas huyó como alma que lleva
y Manola hizo un guiño a Fofito Solís.
Del brazo se lo endilga por la vieja calleja
mientras un petrimete se para y hace pis.

Bien diferente es GABINO GUTIÉRREZ PERANDONES (1924) que con el nombre artístico de “Guti” interpretaba hacia los años sesenta canciones ajadas en París (tabernillas, estaciones de Metro, una vez en una terraza). (…) Se transcriben estas canciones de sus años peripatéticos, cabeceras de un “single" ya imposible. Yo les copio una:

USTED.

Usted,
usted es un poeta doctrinal,
tribal, social.
Usted, oh gran sectario,
sicario, corsario.

Mas yo,
yo soy el vate lácteo y virginal,
ninfal, laudal.
Yo soy protocolario,
vicario, larvario.

Usted,
usted es un bribón,
coplón, rimón.
Usted es moscovita,
chinita, cubita.

Mas yo,
yo soy el elixir,
revelación.
Yo soy aeropagita
ciíta, ciíta.

Usted,
usted
es hiel.
Mas yo,
yo soy
aquél
aquél que cada noche te persigue
el que sonríe cada noche por tu amor.

Estos poetas apócrifos tienen mucho que ver con dos de los incluidos en La literatura nazi en América, de Roberto Bolaño. Son los que el llama Los fabulosos hermanos Schiaffino (Italo y Argentino) que vinculados con los seguidores ultras de fútbol se editaron, con gran éxito en su ámbito, sus poemas. Tanto los escritores acaecidos leoneses como el chileno definen a través de sus apócrifos la literatura, la verdadera literatura si me apuran, en la que muchos escritores provincianos, secretos u ocasionales no quedan mal parados. No es tema baladí.



*Bien es cierto que hay uno anterior pero parecer ser simplemente lazo de unión con la tradición apócrifa ibérica, búsqueda de antecedentes, de criterio de autor. El más viejo de los recogidos es FROILÁN MENESES BURÓN. (1882) Nieto del poeta cuyo romance “En Zamora hay una torre…” puso en público conocimiento don Antonio Machado, evidentemente en el Cancionero apócrifo. Este poeta no es otro que Froilán Meneses del que Machado simplemente dice Nació en León, en 1826. Murió en 1893 y al que le dedicó estos versos:

Aunque tú no lo confieses,
alguien verá, de seguro,
lo que hay de romance puro,
en tu romance, Meneses.

sábado, outubro 14, 2006

Le Rosaire ha salido. ¡Descárguese Le Rosaire!


Tras el parón veraniego y antes de que Le Rosaire de l´Aurore vuelva a los quioscos, los editores, tras meses de súplicas y llantos, me han concedido el privilegio de distribuirlo a través de esta constelación en primicia absoluta. Espero que mi humillación sirva al menos para que mis lectores pasen un buen rato antes que nadie con los textos del libelo que dirige Friztgerald.

LR. Número veintidós. Sumario.

Comentarios amperpapigios de Gervazio Friztgerald.

Lumbrera en Compostela. Crónica de Suso de Eslovanco, un nuevo colaborador del ínclito pasquín La gesta del estudiante P.R.B.D.L.P. ¡Ciento veintitrés créditos en una convocatoria!

“¡No quiero!”. Entrevista en exclusiva con el genio de moda: Grigori Perelman.

Descárguese pulsando aquí el número veintidós de Le Rosaire de l´Aurore.


Puede consultar los números anteriores pulsado aquí y una antología de artículos en mi Humoroteca de l´Aurore.

xoves, outubro 12, 2006

Algunos poetas apócrifos ( I ): la Antología traducida, de Max Aub

ARCHIVOS DE LA O.P.A.

Por esas coincidencias de las lecturas he recalado en dos libros que son clara muestra del vacío perfecto en el ámbito lírico.
El primero se llama Antología traducida y es una recopilación de poemas de todos los tiempos “traducidos” por Max Aub. Recoge desde unos versos anónimos de la época de Amenofis IV a otros de un falso hippie, Michael McGullen, muerto en 1964*. El propio Aub se justifica soberbiamente en la nota preliminar: ¿Por qué hay más poetas malos que buenos? (...) no hay duda de que entre miles llamados menores existen algunos que escribieron un poema, tal vez dos o tres, tan buenos como los mejores (...) Husmeando aquí y allá di con algunos semiborrados de toda memoria. Como traducciones presenta Aub, siempre juguetón, poemas suyos, algunos se me antojan muy suyos, aquellos en los que el destierro, la guerra y la cárcel son temas principales.

Bajaron hacia la ciudad,
la tomaron y asolaron.
Mientras quedaban gemidos
no pararon de matar.
Luego cabalgaron hacia Ur.
El señor iba delante,
le seguían los demás
todavía entre llamas.

El señor iba delante
llevándolas en los ojos.

(ANÓNIMO S. XII o XIII. Fragmento de un poema épico húngaro, descubierto en 1912 en la Biblioteca Municipal de Bucarest)

También abundan los de tema erótico que Aub afronta desde diferentes puntos de vista el despectivo de la “griega” Hegesícora (s. VII a. C) o el más enamorado de Ibn Ben Alí (¿1210?- 1265) de la tribu de los Kelbidas, de Sicilia. La Canción X de un poeta anónimo de Lorca, sin duda alguna de principios del siglo XIV, que reflexiona sobre la originalidad de la escritura, otro de los temas que interesan a Aub en esta antología, dice:


Todos los poetas dicen que son como dos palomas:

¿Qué otra cosa puedo decir si aletean como dos palomas
/en las cuencas de mis manos?
¿Qué no daría por poder inventar otra frase?
¿Qué no daría por dar con otra imagen que fuese la de tantos?
Pero cuando los tengo entre mis manos, sólo se me ocurre, como
/a todos, sentir que parecen dos palomas y decírtelo.






Las referencias,si podemos hacer caso a Pasqual Mas i Usó, encargado de la edición de Visor que es la que leí, son infinitas. Sus notas quizá sean excesivas y, muchas veces, innecesarias (como las que explican quienes son Zeus o Júpiter, o comentan que tal o cuál fragmento de un poema se remiten al conocido pasaje de una obra clásica) pero otras veces nos ilustran de las múltiples lecturas que admiten los textos.

De entre todos , quizá el que más me haya gustado es el siguiente:



VLADIMIRO NABUKOV

(1812-1872)


Nació en Kiev, murió en Berlín. Joven, fue amigo de Tolstoi. Luego se enfadaron. Era rico; murio harto, del corazón.

Sólo los pájaros pueden despegarse
de su sombra.
La sombra siempre es de tierra.

Nuestra imaginación vuela:
somos su sombra, en tierra.




* Como no podía ser de otro modo, entre los poetas antologados (y traducidos) está Max Aub de él Max Aub dice: Nació en París en 1903. Aunque sale su nombre con cierta periodicidad sospechosa en los libros y revistas, no se sabe dónde está. Lo único que consta es que escribió muchas películas mexicanas carentes de interés. Nada tienen que ver con su homónimo Leandro Fernández de Moratín. (...)


Toda una declaración de principios del modo en que Aub concibe la “verdad” literaria.