xoves, outubro 18, 2007

El vuelo de la libélula.

Cuento.

Recupero este cuento que se fue a un concurso del que ha vuelto con más pena que gloria. Ya tuvo una vida anterior en esta Constelación, de ahí la fecha de los comentarios.





Autor de la ilustración E. A. Séguy (tomada de la magnífica bitácora BibliOdissey )



Como todas las mañanas estoy sentado en la parada del autobús. Llevo casi cinco horas y ya han pasado siete veces todos los buses de la ciudad. La dueña de la mercería que hay aquí enfrente me ha preguntado preocupada por la línea que espero. Yo le he dicho la verdad:

-Espero ver pasar una libélula.

Se fue murmurando no sé muy bien qué. Al rato, empezó a llover fuerte, muy fuerte; lo suficiente como para que ningún insecto vuele bajo. Pero ya no podía desistir, sabía que vería pasar un caballito del diablo. Escampó y al salir, los clientes de la mercería se me quedan mirando como si estuviera loco.
Empiezo a necesitar andar, las piernas se me están quedando dormidas. He de pensarlo bien: si ando alrededor de la marquesina habrá momentos en los que daré la espalda a la calle y si en ese preciso instante pasa la libélula y no la veo… ¿Me quedaré toda la vida esperándola? (...)


Pueden continuar la lectura (e incluso imprimir el cuento) pulsando aquí.

2 comentarios:

Taliesin dixo...

Me ha gustado mucho

Sergio B. Landrove dixo...

Me alegro también mucho de que te preste este relato que ya tiene cierta "solera". Lo rescaté de unos cuadernos: debe de acabar de cumplir los diez años, más o menos.

Un abrazo.