ARCHIVOS DE LA O.P.A.
Por esas coincidencias de las lecturas he recalado en dos libros que son clara muestra del vacío perfecto en el ámbito lírico.
Por esas coincidencias de las lecturas he recalado en dos libros que son clara muestra del vacío perfecto en el ámbito lírico.
El primero se llama Antología traducida y es una recopilación de poemas de todos los tiempos “traducidos” por Max Aub. Recoge desde unos versos anónimos de la época de Amenofis IV a otros de un falso hippie, Michael McGullen, muerto en 1964*. El propio Aub se justifica soberbiamente en la nota preliminar: ¿Por qué hay más poetas malos que buenos? (...) no hay duda de que entre miles llamados menores existen algunos que escribieron un poema, tal vez dos o tres, tan buenos como los mejores (...) Husmeando aquí y allá di con algunos semiborrados de toda memoria. Como traducciones presenta Aub, siempre juguetón, poemas suyos, algunos se me antojan muy suyos, aquellos en los que el destierro, la guerra y la cárcel son temas principales.
Bajaron hacia la ciudad,
la tomaron y asolaron.
Mientras quedaban gemidos
no pararon de matar.
Luego cabalgaron hacia Ur.
El señor iba delante,
le seguían los demás
todavía entre llamas.
El señor iba delante
llevándolas en los ojos.
(ANÓNIMO S. XII o XIII. Fragmento de un poema épico húngaro, descubierto en 1912 en la Biblioteca Municipal de Bucarest)
También abundan los de tema erótico que Aub afronta desde diferentes puntos de vista el despectivo de la “griega” Hegesícora (s. VII a. C) o el más enamorado de Ibn Ben Alí (¿1210?- 1265) de la tribu de los Kelbidas, de Sicilia. La Canción X de un poeta anónimo de Lorca, sin duda alguna de principios del siglo XIV, que reflexiona sobre la originalidad de la escritura, otro de los temas que interesan a Aub en esta antología, dice:
Bajaron hacia la ciudad,
la tomaron y asolaron.
Mientras quedaban gemidos
no pararon de matar.
Luego cabalgaron hacia Ur.
El señor iba delante,
le seguían los demás
todavía entre llamas.
El señor iba delante
llevándolas en los ojos.
(ANÓNIMO S. XII o XIII. Fragmento de un poema épico húngaro, descubierto en 1912 en la Biblioteca Municipal de Bucarest)
También abundan los de tema erótico que Aub afronta desde diferentes puntos de vista el despectivo de la “griega” Hegesícora (s. VII a. C) o el más enamorado de Ibn Ben Alí (¿1210?- 1265) de la tribu de los Kelbidas, de Sicilia. La Canción X de un poeta anónimo de Lorca, sin duda alguna de principios del siglo XIV, que reflexiona sobre la originalidad de la escritura, otro de los temas que interesan a Aub en esta antología, dice:
Todos los poetas dicen que son como dos palomas:
¿Qué otra cosa puedo decir si aletean como dos palomas
/en las cuencas de mis manos?
¿Qué no daría por poder inventar otra frase?
¿Qué no daría por dar con otra imagen que fuese la de tantos?
Pero cuando los tengo entre mis manos, sólo se me ocurre, como
/a todos, sentir que parecen dos palomas y decírtelo.
Las referencias,si podemos hacer caso a Pasqual Mas i Usó, encargado de la edición de Visor que es la que leí, son infinitas. Sus notas quizá sean excesivas y, muchas veces, innecesarias (como las que explican quienes son Zeus o Júpiter, o comentan que tal o cuál fragmento de un poema se remiten al conocido pasaje de una obra clásica) pero otras veces nos ilustran de las múltiples lecturas que admiten los textos.
De entre todos , quizá el que más me haya gustado es el siguiente:
VLADIMIRO NABUKOV
(1812-1872)
Nació en Kiev, murió en Berlín. Joven, fue amigo de Tolstoi. Luego se enfadaron. Era rico; murio harto, del corazón.
Sólo los pájaros pueden despegarse
de su sombra.
La sombra siempre es de tierra.
Nuestra imaginación vuela:
somos su sombra, en tierra.
* Como no podía ser de otro modo, entre los poetas antologados (y traducidos) está Max Aub de él Max Aub dice: Nació en París en 1903. Aunque sale su nombre con cierta periodicidad sospechosa en los libros y revistas, no se sabe dónde está. Lo único que consta es que escribió muchas películas mexicanas carentes de interés. Nada tienen que ver con su homónimo Leandro Fernández de Moratín. (...)
Toda una declaración de principios del modo en que Aub concibe la “verdad” literaria.
2 comentarios:
Enhorabuena por esta reseña del libro de Aub.
Me interesa mucho el tema de los apócrifos. Me parece interesantísima la invención de Jusep Torres Campalans y de esa apócrifa Academia de la Lengua que no es real en ninguno de los sentidos.
Me alegro de que le guste mi reseña. El tema de los apócrifos a mi ni es que me interese sino que me preocupa pues los padezco en la versión menos lúdica: esquizofrenia.Vivem em nós inúmeros, ya sabe.
En la sección LOS ARCHIVOS DE LA O.P.A. (que después de leer sus libros preferidos no le tengo que explicar de dónde sale) habñlo de alguno más. Puede que le interese don Sabino Ordás que alguna relación tiene con JTC, sobre el que preparo un artículo.
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