Creo que fue el sábado pasado pero no lo tengo del todo claro. En todo caso fue después del siglo XVI, época de la que se habló durante la comida largo y tendido*, y en Castrillo de los Polvazares un precioso pueblo maragato y, sin duda, tan castellano como leonés desde el punto de vista administrativo aunque determinadas estampas como la del guitarrista flamenco a la entrada entonando la machadiana Oh, la saeta al cantaaaaar… hagan pensar en un nueva campaña de andalucización del noroeste patrocinada por un secreto cartel integrado, a partes iguales, por masones, fontaneros, vallisoletanos y registradores de la propiedad. La desorientación sufrida por el ataque del saetero solitario que tras terminar la canción de Serrat-Machado se puso a ejecutar (en ambas acepciones) Volando voy, volando vengo apenas nos permitió disfrutar de la tipiquísima (y preciosa) arquitectura arriera de Castrillo mientras esquivábamos las hordas de comensales que se distribuían entre los mesones que venden el tradicional cocido maragato.
Tras cumplir con el rito de las presentaciones: Yo soy Sergio de Constelación decimoctava al que responden: Yo Fulanito, de tal bitácora pero la tuya no la he leído nunca y replicas con ira apenas contenida: Yo la tuya tampoco a pesar de ser lector asiduo; llegó el momento de encarar el cocido en el restaurante Cuca la Vaina. Durante la comida comenzó la discusión* sobre la autonomía leonesa provocada, entre otras causas más remotas, por los camareros que pusieron sobre la mesa una botella de vino que encerraba en su etiqueta paradojas que bien podrían nutrir las próximas setecientas novelas de misterios esotéricos y conspirativos. Decía la etiqueta: MAR DE CASTILLA. Vino de Castilla y León. Denominación de origen tierras de León. Gordoncilo, León, España.
Después de las natillas y el café subimos al Castro donde a Tharasia le entraron unas enormes ganas de lapidar a alguien que rápidamente fueron sofocadas. La noche, cosas de un huso horario que tampoco es el propio de León, se nos echó encima y tras despedirnos de Edu, con el que siento no haber hablado más, fuimos a Astorga donde alrededor de un café la charla continuó por terrenos literarios, esperantistas y ginecológicos.
No es habitual que seis horas se pasen volando entre desconocidos y que se te hagan cortas y quieras que duren más pero a mí el sábado me pasó. Es una suerte haber podido vivirlo. Espero que lo podamos repetir pronto y que se una más gente.
Hubo otro tema en el filan-blog: unas declaraciones del vate Victoriano Crémer que el Diario recogía ese mismo día. Decía el centenario escritor que internet es un prostíbulo […] Es todo el pus, toda la porquería de la sociedad. Edu le replicó certeramente y McLera propuso una refutación a don Victoriano. En lo alto del castro de Castrillo nació El prostíbulo de Crémer que ya pueden visitar pulsando aquí.
* Porque si en la primera cita bloguera leonesa el tema predominante fue la informática ( I Quedada bloguera leonesa. ) en este segundo encuentro predominó la historia y el autonomismo leonés. El cocido maragato apenas distrajo a Taliesin de su defensa tan razonada como apasionada del derecho de León a constituirse como comunidad autónoma, replicado desde una técnica jurídica exquisita por el Caminante. La discusión fue una muralla que, por momentos, me separó del resto de los comensales: Edu, McLera, Ricardo Chao y Tharasia que se incorporó a los postres. También se habló de literatura y algo, aunque muy poco, de informática. McLera se quejó de la poca iniciativa leonesa en el ciberespacio, de lo simplones que son los dos cibersitios de los periódicos provinciales, de la escasez de medios digitales de comunicación…
OTRA NOTA: Tengo fotos del encuentro pero mi atavismo genético me hace usar una cámara de carrete por lo que aún no las puedo compartir. Espero que los demás las cuelguen pronto en sus bitácoras.
Tras cumplir con el rito de las presentaciones: Yo soy Sergio de Constelación decimoctava al que responden: Yo Fulanito, de tal bitácora pero la tuya no la he leído nunca y replicas con ira apenas contenida: Yo la tuya tampoco a pesar de ser lector asiduo; llegó el momento de encarar el cocido en el restaurante Cuca la Vaina. Durante la comida comenzó la discusión* sobre la autonomía leonesa provocada, entre otras causas más remotas, por los camareros que pusieron sobre la mesa una botella de vino que encerraba en su etiqueta paradojas que bien podrían nutrir las próximas setecientas novelas de misterios esotéricos y conspirativos. Decía la etiqueta: MAR DE CASTILLA. Vino de Castilla y León. Denominación de origen tierras de León. Gordoncilo, León, España.
Después de las natillas y el café subimos al Castro donde a Tharasia le entraron unas enormes ganas de lapidar a alguien que rápidamente fueron sofocadas. La noche, cosas de un huso horario que tampoco es el propio de León, se nos echó encima y tras despedirnos de Edu, con el que siento no haber hablado más, fuimos a Astorga donde alrededor de un café la charla continuó por terrenos literarios, esperantistas y ginecológicos.
No es habitual que seis horas se pasen volando entre desconocidos y que se te hagan cortas y quieras que duren más pero a mí el sábado me pasó. Es una suerte haber podido vivirlo. Espero que lo podamos repetir pronto y que se una más gente.
Hubo otro tema en el filan-blog: unas declaraciones del vate Victoriano Crémer que el Diario recogía ese mismo día. Decía el centenario escritor que internet es un prostíbulo […] Es todo el pus, toda la porquería de la sociedad. Edu le replicó certeramente y McLera propuso una refutación a don Victoriano. En lo alto del castro de Castrillo nació El prostíbulo de Crémer que ya pueden visitar pulsando aquí.
* Porque si en la primera cita bloguera leonesa el tema predominante fue la informática ( I Quedada bloguera leonesa. ) en este segundo encuentro predominó la historia y el autonomismo leonés. El cocido maragato apenas distrajo a Taliesin de su defensa tan razonada como apasionada del derecho de León a constituirse como comunidad autónoma, replicado desde una técnica jurídica exquisita por el Caminante. La discusión fue una muralla que, por momentos, me separó del resto de los comensales: Edu, McLera, Ricardo Chao y Tharasia que se incorporó a los postres. También se habló de literatura y algo, aunque muy poco, de informática. McLera se quejó de la poca iniciativa leonesa en el ciberespacio, de lo simplones que son los dos cibersitios de los periódicos provinciales, de la escasez de medios digitales de comunicación…
OTRA NOTA: Tengo fotos del encuentro pero mi atavismo genético me hace usar una cámara de carrete por lo que aún no las puedo compartir. Espero que los demás las cuelguen pronto en sus bitácoras.
El caminante, Mclera, Edu, Ricardo Chao, Taliesin y yo mismo.
6 comentarios:
"Atavismo genético", jajajajajajaja
jajajajajaja
¡Qué bueno! El próximo filanblog en Navidad, por favor, y ya es tardando mucho.
¡Saludos de Al!
Ignoro por qué, sumido sin duda en la confusión y el error social-leonesita, has obviado, ocultado, ignorado y despreciado la inestimable aportación de la cultura bacea a nuestro encuentro.
Que los dioses sepan perdonarte.
Buenas y santas,
la justicia me castigue si dejo que el paso de los años me haga olvidar esas seis horas en común con unos personajes admirables.
Yo propongo que "El prostíbulo ..." se reuna con independencia de filanblgos o quedadas leonesas .......
Os rindo pleitesia por vuestra sabiduría .... y casi diría que os amo ....
Un saludo.
Tharasia, es gracioso desde fuera pero bastante triste vivir en el atraso más absoluto (más allá del siglo XVI)
Caminante, hay camino.
McLera, puede que sea amor lo qe surgió, no te digo que no. yo me apunto a la constitución de el Prostíbulo al margen de filan-blogs o quedadas pero sin excluirlas...
Abrazos a todos.
Jeje... Parece que el mar de Castilla dejó huella: has reproducido las palabras de la etiqueta a la perfección :-D :-D Espero que no haya causado ningún trauma en ninguno de los contertulios :-D :-D
No vemos en el próximo filanblog ;)
Edu, no creo que fuera un trauma, trauma pero el texto de la etiquetita tenía miga...
Nos vemos.
Un abrazo.
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