A pesar de las sonrisas,
la guerra no ha terminado
y continúa avanzando
el ejército de Franco.
Cada vez más sangre riega
de España todos los campos
tanto soldado ha caído
que son hombres reclutados.
Para «servir a la Patria»
llaman al tío Carballo:
primero era enemigo,
ahora será buen soldado.
Al pasar la revisión,
que han de pasar milicianos,
ven su espalda magullada,
sus miembros amoratados.
«¿Dónde y quién te hizo esto»,
le pregunta el encargado.
«Fue volviendo de Fabero
donde yo tenía trabajo
en las minas que allí hay»,
dijo Vicente asustado,
«Fueron unos falangistas
que a la sombra me esperaron»
El militar toma nota,
después de escribir el «Apto»,
en la ficha del recluta:
«soldao» Vicente Carballo.
venres, marzo 21, 2008
Coplas de la infancia de mi abuela, por Rodrigo Osorio. (VIII)
Publicado por Sergio B. Landrove el 21.3.08
Sección o secciones: Coplas de la infancia de mi abuela, Poesía.
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