venres, novembro 24, 2006
COPLAS DE LA VIDA DE MI ABUELA, de Rodrigo Osorio. ( V )
A las noches: filandón
en casa de su tía había
para pasar bien el rato
con Roque y con Victorina.
Mientras hilan, tejen, cosen,
pelan castañas a los cerdos
cantan, aprenden, se ríen
y van contándose cuentos.
Y canta Filo una copla
que aprendió con los corderos
leyéndola en un librillo
que comprara en Cacabelos:
Eran dos enamorados
de hacía ya mucho tiempo
de hacía ya mucho tiempo
que estaban enamorados
y entre los dos ya tenían
un cuarto muy arreglado.
Ya van como cinco días
que César no viene a casa…
“Sigue Filo, sigue niña”
-le dijo tía Martina.
Parecía interesada,
mucho más que cualquier día.
Cuando la recitadora
llega dónde dice así:
Soy Natividad Delgado
nacida en Valladolid
saldremos en los papeles
si tú me olvidas a mí,
la tía da un respingo
“Ya me parecía a mí”
“¿Qué pasa tía, qué pasa?”
“Que ese cuento fue verdad
y un crimen bien famoso
que pasó en la capital”
“¿Cómo termina la copla?
¡Acaba ya Filomena!
Que me vienen al recuerdo
los tiempos que fui florera
allá en la Puerta del Sol
y oí yo la historia esta
de familiar bien cercano
de la novia justiciera.”
La joven al oír aquello
de su bolsillo sacó
un cuchillo bien enorme
que a su novio le clavó.
“Yo también sé una real
-dijo Roque entre susurros-
además está prohibida
pero éste es lugar seguro:
A las tres de la mañana
en Madrid se presentó
Franco con su aeroplano
a defender la nación.
Le ponen un telegrama
que a García y Galán
a las tres de la mañana
los iban a fusilar.
Galán sale de su casa
con García se encontró
tenemos la muerte en casa
por defender la nación.
García se va a su casa
y le dice a su mujer
sácame el traje de gala
que me lo voy a poner
Dime donde vas García
dime por Dios donde vas,
que tantos soldados salen
por la puerta principal.
No te lo puedo decir
pero te voy a abrazar
saca a la hija que la bese
que me van a fusilar.
Su madre que estaba allí
al suelo se desmayó
García estuvo a su lado
y a la madre levantó.
No llores madre querida
ni te recuerdes de mí
no ves que contento estoy
aunque me voy a morir
Galán se va para su casa
con una sonrisa atroz
se va a casa de la novia
y un abrazo le pidió.
No llores, Melia querida,
no llores, mi corazón
que a tu amante le fusilan
por defender la nación.
Melia se queda llorando
sin poderse contener
y su madre le decía:
hija qué vamos a hacer.
Ya se sienten los disparos
en las montañas de Jaca
porque dicen que mataron
los dos valientes de España.
García tiene una hija
Que apenas sabía hablar
Va gritando por las calles
¡Viva la libertad!
Fusilaron a Galán
fusilaron a García
eran dos republicanos
que no quieren monarquía.
Filomena impresionada
pide que cante otra vez
“Es triste pero bonito:
¡yo me lo quiero aprender!”
“Te lo enseño, Filo niña
sólo con una condición
que no la cantes a nadie
ni digas quién te la enseñó”.
*NOTA DEL AUTOR: En rojo, siguiendo la costumbre de Sergio B. Landrove en esta ciberbitácora, marco las citas. Son romances que mi abuela sorprendentemente recuerda de aquellos tiempos. No recordaba íntegro el de Garcia y Galán que completé gracias a la biblioteca del cibersitio Galicia Dixital.
Publicado por Sergio B. Landrove el 24.11.06
Sección o secciones: Coplas de la vida de mi abuela., Poesía.
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