Rodrigo, que no se me resigna a ser personaje y lucha por su condición de heterónimo, me envió ayer un cibercorreo en el que me decía:
Querido Sergio:
Hace año y pico […] me sorprendiste leyendo un romance ( Coplas de la vida de mi abuela) que había escrito para mi abuela Filomena en su 80ª cumpleaños y lo acogiste en tu Constelación. Mi otra abuela, Ignacia, acaba de celebrar su octogésimo aniversario y mi regalo […] son otros ripios sobre su infancia. Te los envío por si te apetece leerlos […]
Después de recabar su consentimiento comparto el romance con ustedes, espero que lo disfruten.
COPLAS DE LA INFANCIA DE MI ABUELA.
1928-1942
Era el año 28,
comenzaba el mes tercero,
cuando Ignacia fue a nacer
en villa de Cacabelos.
Don Manuel Blanco, su padre,
aserrador, bodeguero,
que para comer labraba
un par de viñas y un huerto.
Su madre, Angustias Carballo,
(era propio de su tiempo)
se dedicaba a cuidar
de la casa y los pequeños:
que Ignacia fue la primera
de un conocido quinteto
formado por Celia, Alfonso,
Emilia y Carmen. Tuvieron
aún otra criatura
que murió pequeña siendo
pero esta historia ahora
adelanta mucho el cuento.
Ningún comentario:
Publicar un comentario