sábado, abril 15, 2006

La pluma de perdiz en el sombrero de Liniers.


Gracias a La Cárcel de papel, descubro la bitácora del argentino Liniers y como llevo un par de días buceando en ella sin cansarme, aprendiendo a mirar el mundo con sus ojos ingenuos y aferrados a la absurda lógica de cada día, se la recomiendo. Les dejo un ejemplo reciente para abrirles el apetito.


Su dibujo me recuerda a la definición de humor del gran Miguel Mihura: El humor es un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero, un modo de pasar el tiempo. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es esta su misión. Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mismos, nos marchemos de puntillas a unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor, contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante, como ante los tres espejos de una sastrería y descubramos nuevos rasgos y perfiles que no nos conocíamos (…) El humor es una postura comprensiva hacia la humanidad. Es estar de vuelta de todo y perdonarlo todo. Un resentido no puede ser un humorista, no es reírse de nadie, ni relñir a nadie, sino tener para todo una sonrisa cariñosa de indulgencia, de comprensión y de piedad.

(M. M. Mis memorias, 1948)

3 comentarios:

  1. ¿se puede añadir algo a esta definición de Mihura?...creo que sería imposible

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  3. Por ponernos de erudito tertuiano o columnsta:

    "No le toques ya más,
    que así es la rosa"


    Gracias por la lectura.

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