V
Atraídas por el olor, las moscas buscan un paso en la solidez del roble. Arremeten una y otra vez contra la puerta confiando en que sólo por su ilusión y esfuerzo alcanzarán lo imposible.
VI
Nada hacía disfrutar más a la araña que oír el crujido de las cucarachas bajo los zapatos de los humanos.
Vaya, te estás convirtiendo en un maestro del relato breve.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por la crítica desmesurada. Pero esos ánimos me pueden llevar a acabar anotando aquí una novela río.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario y un abrazo berciano.