luns, xaneiro 30, 2006

Heterónimos y apócrifos.

O que Fernando Pessoa escreve pertenece a dúas categorías de obras, as que podemos chamar ortónimas e heterónimas. Não se poderá dizer que são anónimas e pseudónimas, porque deveras o não são. A obra pseudónima é do autor em sua pessoa, salvo o nome que assina; a heterónima é do autor fora da súa pessoa, é de uma individualidade completa fabricada por êle, como seriam os dizeres de qualquer personagem de qualquer drama seu.

“Lo que escribe F. Pessoa se puede dividir en dos clases de obras, que podemos llamar ortónimas y heterónimas. No se puede decir que son anónimas y seudónimas, porque realmente no lo son. La obra seudónima es de la persona del autor excepto por el nombre que la firma, la heterónima es del autor fuera de su persona, de una individualidad completa fabricada por él, como serían las palabras de cualquier personaje de cualquiera de sus obras” [Traducción SBL]

No conozco mejor explicación de lo que es un heterónimo que esta que Fernando Pessoa publicó en el número diecisiete de la revista Presença.

Yo siempre he creído que el término apócrifo se empleaba para hacer referencia a las “obras falsas” pero no pocas veces (cfr. Introducción de don Manuel Alvar a la Poesía Completa de A. Machado en la Colección Austral o el discurso de ingreso en la Real Academia Española de don Luis Mateo Díez) se utiliza como sinónimo de heterónimo, en el sentido pessoano. De los diccionarios sólo el María Moliner confirma mi creencia previa al señalar:

APÓCRIFO: (del lat. apocryphus, del gr. apókryphos) adj. Fabuloso, supuesto o fingido. Se emplea sólo con referencia a libros, escritos u obras de arte como “falsificados”.Falso: no auténtico, no del autor o del origen que se le atribuye (…)

el resto de libros de consulta definen lo apócrifo como cosa falsificada o fingida.

Siendo estrictos más falso (más apócrifo) es el autor heterónimo –que no pasa de ser un “personaje con obra propia”- que sus escritos, que no sólo existen sino que además tienen consistencia material. ¿Qué diferencia hay entre un libro de poemas ortónimos de Pessoa y otro publicado por uno de sus heterónimos?

Hace tiempo Rodrigo me pregunto si toda la obra de un heterónimo era apócrifa y, pese a mi opinión inicial, he de responderle que no toda. Sólo la que no ha acaecido porque los heterónimos, al igual que sus autores, pueden pergeñar libros falsos pero los autores apócrifos se creen para dotarles de una obra real, si no tienen obra no pasan de la categoría de personajes. (Aunque la frontera entre heterónimo y personaje tampoco es fácil de determinar)

Uno de los propósitos de Los archivos de la O.P.A. es dar noticia de los heterónimos y sus obras pero cuando uno se interna en este mundo debe andar con mil cautelas. Evidentemente los autores de estos juegos tienen vocación de falsificadores y los estudiosos de estas metaficciones –otro día delimitaré, dentro de mis posibilidades, el término metaficción- suelen sentir tanta admiración por la mistificación que pocas veces se resisten a continuar la ficción añadiendo datos falsos en sus ensayos sobre la mentira.

Un compromiso: Las reseñas y comentarios que escriba bajo el título “Archivos de la O.P.A.” sólo contendrán, en la medida que yo sea capaz de discernirlo, datos acaecidos referentes a este mundo metaficticio. No aportaré imaginación por mi parte.

martes, xaneiro 24, 2006

La inocentada del acorazado.

ARCHIVOS DE LA O.P.A.
La práctica de la impostura I. (Apéndice)

Hace un tiempo les escribí aquí sobre la broma que Horace de Vere Cole junto a un grupo de amigos había gastado a la marina británica el 10 de febrero de 1910. El pasado viernes practicando uno de mis deportes favoritos (el rebusco en librerías) me topé con un volumen titulado La inocentada del acorazado que la editorial Valdemar (se goza sólo leyendo el catálogo) publicó en 1999.
El volumen recoge cuatro textos. Una interesante introducción de Dámaso López García que nos pone en antecedentes de la inocentada y el significado que puede darse a la misma dentro del pensamiento y el obrar del grupo de Bloomsbury y especialmente de Virginia Woolf que, a la postre, fue la más famosa de los partícipes de a mascarada aunque por aquel entonces aún se apellidase Stephen. A este texto le sigue la breve introducción que Quentin Bell escribió para la edición británica de 1983 del siguiente, el propiamente titulado La inocentada del… , que es la descripción que uno de los bromistas (Adrian Stephen, hermano de Virginia) hizo de la anécdota con ocasión de la muerte de Vere Cole. Por Adrian, que en las primeras líneas promete sinceridad, descubro que realmente ellos no emplearon la expresión bunga bunga que luego se generalizó gracias a la prensa y a las revistas musicales:

La inocentada se divulgó, a toda plana, en el Daily Mirror, otro periódico publicó otra entrevista. Creo que se trataba de uno de los ayudantes de Clarksons, que decía saber mucho más de lo que en realidad sabía, y en concreto afirmó que habíamos empleado la expresión “bunga bunga

Sobre el idioma había escrito antes:

El Almirante me daba esa información, y me pidió que lo tradujera al Emperador. Durante un momento e quedé parado, no sabía qué hacer. “Mucho me temo que esto es difícil de traducir al abisino, señor –dije-, pero probaré a ver”. “Entaqui, mahai, kustufani”, empecé (…) hoy es el día que no sé si se trataban de palabras suajilis de la gramática que habíamos leído, o más bien acababa de inventármelas, pero sé que desde entonces no las he inventado. (…) Como no soy capaz de inventar una algarabía me di cuenta de que me enfrentaba a nuevas dificultades. Debería ser capaz de decir algo que no fuera demasiado entrecortado, ni muy inverosímil. Tras una pausa reanudé el discurso: “Tahli bussor ahbat tahl aesque miss. Erræma, fleet use…”, etcétera.


Adrian Stephen decidió deformar los fragmentos de Virgilio y Homero que le habían obligado a aprender de memoria. Este texto, de acuerdo con don Dámaso López, que es también el traductor, corresponde el Libro IV, verso 437 de la Eneida: “Talibus orabat, talisque misserrima fletus.”

Cierra el libro un relato de Virginia Woolf (La sociedad, 1921) en el que incluye una referencia a la broma del acorazado. Un relato curioso en el que una sociedad de mujeres deciden poner en tela de juicio –teórico- la civilización construida por los varones para decidir si merece la pena continuar trayendo niños al mundo. Un relato, en mi opinión, más que feminista, humanista pero ya me dirán lo que opinan ustedes.

Más en: Mistificación a bordo I y II.

luns, xaneiro 23, 2006

Pequeños tesoros.

Todos los días, a eso de las ocho, bajaba por la Avenida revisando los contenedores, “Están llenos de tesoros –me dijo cuando reuní valor y hablé con ella─ la gente tira cosas nuevecitas”. Comenzaba por el basurero que está junto a la frutería: allí, en cajas de cartón, dejan lo que tiene mal aspecto, lo que nadie compra. Ella examinaba lentamente las piezas y seleccionaba lo que aún eran aprovechable. “Con estos plátanos pasados me hago una papilla excepcional”
Siempre pensé que su casa sería como un enorme trastero lleno de cajas, ruedas, somieres, televisores... Con una vieja escoba sujetó la tapa del primer contenedor y dirigió su linterna (“la encontré tirada y aún funciona”) al interior, sacó varias revistas “entretienen igual las retrasadas”. Leía mucho y de todo: periódicos, libros, pornografía, tebeos y fascículos inverosímiles. Los contenedores son una enorme biblioteca, “más aún desde que han puesto esos azules, aunque para sacar revistas de fondo hace falta mucha maña” presumía otro día acariciando un gancho que llevaba siempre colgado del cinto. Desde aquella primera conversación hubo otros encuentros “A mi el reciclaje me ha facilitado las cosas mucho y eso que la gente no termina a acostumbrarse a separar”. Removía el interior de los contenedores con el gancho, levantaba una bolsa y la sostenía en el aire unos segundos, intentando averiguar, por el peso, su contenido. Sacaba alguna y, ya en la acera, la registraba. Así todos los días. “A veces, una se encuentra cosas insospechadas ──afirmó señalando un broche de plata que llevaba en la solapa─ ¿lo tirarían por error? Quizá tuviera prendidos malos recuerdos...” Todos los días el mismo recorrido, empujando la silla de ruedas avenida arriba primero y después, cuando ya la suele llevar cargada de los pequeños tesoros de cada día, avenida abajo de vuelta a casa. “Estas cajas de madera de la frutería son muy buenas para hacer fuego en invierno, prenden muy bien” Le dije que tuviera cuidado porque hacer fuego en casa era muy peligroso. Se rió con sus dientes oscuros “No te preocupes, sé cuidarme” Yo temía leer en el periódico su muerte como tantas otras: “un caso más del síndrome de Diógenes cada vez más frecuente bla, bla, bla...” hoy, en el trabajo, comentaban la muerte de “esa señora que rebuscaba en los contenedores, ¿sabes quién te digo?” Yo lloré en silencio la pérdida de mi amiga: otro pequeño tesoro.

domingo, xaneiro 22, 2006

Refutación de Heráclito.

Escribió Heráclito de Éfeso:

“No es posible descender dos veces al mismo río, tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo estado, ya que a causa del ímpetu y la velocidad de los cambios se dispersa, vuelve a reunirse aflora y desaparece.”

Replico yo:

La corriente es tan fuerte
(o mi masa tan insignificante)
que el río me arrastra.
Me baño siempre, pues,
en las mismas aguas.
Las orillas cambian, sí.
Pero,
¿y mi monotonía?

Y, para dejarles buen sabor de boca, uno a mi voz una refutación seria y amparada por el criterio de autoridad, la dejo escrita Augusto Monterroso:

“Cuando el río es lento y se cuenta con una buena bicicleta o caballo sí es posible bañarse dos (y hasta tres, de acuerdo con las necesidades higiénicas de cada quien) veces en el mismo río”


sábado, xaneiro 21, 2006

Mi primera cibercita.

Como al inicio de las malas narraciones ayer por la tarde sonó mi teléfono: “¡Hola, Sergio! Soy Miguel Ángel González el autor de Quinientas razones…”; “Ah, si. ¡Hola!” Por correo electrónico nos habíamos dado los números de teléfono y yo había quedado en llamarle para tomar algo pues resultó ser de Ponferrada y continuar la discusión iniciada en este ciberdiario. “Te llamaba para ver si podíamos quedar para tomar el café prometido y continuamos hablando del tema de la autonomía leonesa. Yo tengo que salir para Astorga para la presentación del libro pero hasta las siete tengo tiempo” Veinte minutos después nuestras manos se chocaban, “Encantado”; “Igualmente”. Nos metimos en una cafetería y comenzamos a hablar sobre todo de León, esa realidad que como ya he dejado constancia aquí, era totalmente ignorada por mí. Tratamos del sentimiento bercianista construido a la contra de lo leonés (sin conocer si hay o no diferencias); de como los partidos políticos pervierten y utilizan cualquier idea o sentimiento, que tenga cierto asiento en la población, para alcanzar su fin último que es el de permanecer en la poltrona; de la realidad leonesa; de la influencia gallega patente en El Bierzo oriental; del bable, el gallego y el leonés; de la existencia de una cierta identidad en los pueblos del noroeste ibérico (MAG me dijo que ya hacía referencia a esa similitud entre lo que ahora son gallegos, asturianos, leoneses y zamoranos, Estrabón y que después paró mientes en ella Julio Caro Baroja), de literatura, del celtismo y el falso celtismo, de Álvaro Cunqueiro, de filandones (y una peculiar coincidencia con una tradición similar en la Bretaña); de la Fundación Villalar y de la manipulación política; del derecho foral y de escritores leoneses. Aunque sobre todo MAG me explicó muchas cosas sobre la historia de León –la Región leonesa-, como no quiero faltar a la verdad con lo que ha quedado en mi memoria les recomiendo que lean un brevísimo resumen que Ricardo Chao publica en su Corazón de León o que, si tienen más tiempo, visiten esta otra bitácora (Historia de León), en la que también colabora Chao, sobre historia de León.

En el Corazón de León de Chao también puede encontrar una colección de mapas antiguos de España (este entre otros) en los que se puede apreciar la evolución del Reino de León y su frontera oriental, otro tema sobre el que Miguel Ángel me habló. La frontera de Galicia como región de España, más allá de Gallaecia y Gallaecia Regnum, lo más lejos que ha llegado es al río Burbia. (Puede que lo entendiera mal pero confío en que ellos me corregirán para no dejarme mentir.)

La última calada

El Cultural, suplemento que acompaña al diario El Mundo los jueves, ha invitado a un puñado de escritores a confeccionar un microrrelato relacionado con el último pitillo.

"Pongamos que, al fin, una de las dos Españas se ha levantado en leyes contra la otra, fumadora ella, harta de que le ahumara el corazón. Pongamos también que desde hace tres semanas la nueva ley y los medios acosan a unos y otros, a saludables, renegados y resistentes a la salud, hasta el hartazgo. El caso es que, como antídoto bienhumorado y literario, El Cultural ha invitado a un puñado de escritores –dieciocho han sucumbido al reto– para que narren, en un microrrelato, “La última calada”. Voluptuosas o tristes, ávidas y desesperadas, rencorosas o llenas de amor, hay últimas caladas que apagan las estrellas, y otras que encierran mundos que se desmoronan. Que cuestan la vida, invitan al amor o arrojan al desastre. Como la vida. Puro humo. " Dicen en la presentación de estos relatos que les recomiendo vivamente. Por si les interesa los que más me han gustado, además de los de mis admirados Tomeo y Merino, son los de Ramón Buenaventura, Rosa Montero, Soledad Puértolas y Luisa Castro. Los pueden leer pulsando aquí.

venres, xaneiro 20, 2006

No fueron sueños.

A veces suceden cosas que parecen responder mejor a la libre asociación de los sueños que al causalismo cotidiano. En los últimos meses he tenido la suerte de ser testigo de dos de estos acontecimientos.

El primero fue en verano aunque no sabría precisar el mes. A eso de las ocho de la mañana me dirigía al trabajo y cuando pasé por un solar sin edificar que hay en el centro de mi ciudad* vi como de un coche pequeño, creo que un 127, se bajaba un hombre de unos cincuenta años. Avanzó por el solar se agachó y dejó algo en el suelo. Se levantó, miró a uno y otro lado y encendió un cigarrillo. Se puso de cuclillas y acercó el pitillo a lo que había depositado en la tierra. Dio cuatro zancadas alejándose y sonrió mientras cada uno de los petardos de la traca iba estallando. Se subió al pequeño utilitario y sin dejar de sonreír se alejó del lugar.

Hace dos semanas llovía y cuando a la una de la tarde volvía del trabajo pasé por el descampado, ahora que lo escribo me resulta curioso que las dos escenas se hayan desarrollado en aquel lugar, delante de mí por la acera iba un hombre que rondaba la sesentena que protegía su cabeza de la lluvia con una bolsa de plástico de un supermercado. Se paró un segundo y sacó del bolsillo de su gabardina uno de esos espejos, pequeños y redondos, que se usan para maquillarse fuera de casa y tras mirarse de frente y de perfil y colocarse más a su gusto la bolsa continuó su paseo.
Aunque lo parezcan no fueron sueños. Yo estaba despierto y seguro que las actitudes de mis vecinos tienen una explicación aunque quizá sea mejor no saberla y, simplemente, abrir los ojos para descubrir estos oasis en la rutina de cada día.
*Para los que conozcan Ponferrada me refiero al descampado que hay entre la Biblioteca Municipal y el Instituto Álvaro de Mendaña.

xoves, xaneiro 19, 2006

Opus 136: Estío (Canción en La menor)

«Ya no quedan entradas para la actuación que esta noche dará en el Teatro Municipal el virtuoso Igor Trolichevonski que ha logrado arrancar a los más exigentes auditorios largas ovaciones –el locutor leía la nota de prensa remitida por el propio Teatro- Su fusión de lo clásico con la improvisación jazzística hace que cada uno de sus conciertos sea único e irrepetible» De hecho no pocos ricos melómanos seguían al maestro en su gira por lo que el resto de las reseñas que los medios dedicaban al concierto se centraban en los famosos que asistirían al recital. La presencia de tres estrellas de hollywood, del propietario de una multinacional del textil e, incluso, de la Secretaria General de las Naciones Unidas eclipsaba a los famosos nacionales, autonómicos y locales. Éstos tendrían su momento de gloria la semana siguiente en la que podrían comentar las palabras que se cruzaron con el novelista de moda, con la más universal de nuestras cineastas o con el Presidente de la Diputación Provincial.
Trolichevonski, el violinista ucraniano, había llegado a la ciudad el día anterior por lo que pudo dedicar la mañana del concierto a conocerla, ir de compras a un centro comercial y comer en una pequeña taberna del casco histórico. Lujos que le permitía el ser aún un rostro desconocido para el gran público. Después regresó al hotel para su siesta y, al despertar, una melodía había invadido su cabeza impidiédole pensar en otra cosa. La tarareó y comprobó que no le disgustaba. La interpretó con su violín. El tempo no le satisfizo plenamente y se pasó el resto de la tarde haciendo pruebas, grabándolas en su magnetófono, y escuchándolas arrebatado por el impulso creativo. Finalmente decidió que ese sería el tema central de las variaciones de esa noche.
Al finalizar su interpretación los famosos planetarios le ovacionaron inconscientes, los nacionales también aplaudieron aunque algo sorprendidos. Las celebridades autonómicas y locales batían palmas ruborizadas preguntándose cuál de las facetas de la genialidad (la provocación o la soberbia) había llevado al reputado violinista a interpretar durante dos horas variaciones a la canción del verano.

martes, xaneiro 17, 2006

Quinientas razones... ( y VII )

Las muy interesantes réplicas que he copiado en la nota anterior satisfacen las carencias que había observado en la presentación del ensayo y sacian -por el momento- mi curiosidad dándome pistas para empezar a conocer algo más de esta nueva realidad que, para mí, permanecía oculta.

Quiero agradecer a Ricardo Chao y, muy especialmente a M. Á. González que hayan querido discutir (sin reñir) y aclararme las dudas que nacieron en la charla del viernes.

Ahora volveré a la literatura de ficción y dejaré este terreno de la crítica de ensayos históricos que tantos lectores reporta (ayer casi llegó al medio centenar de visitas) para volver a mi escasa docena de seguidores. Aunque parezca un punto final puede que sólo sea punto y seguido. Si ustedes quieren aportar datos, elementos de juicio, pruebas, testigos o fuentes en las que saber más sobre la identidad leonesa y la berciana les agradeceré que las compartan conmigo.

Muchas gracias por su atención. Pásense si les apetece por esta constelación en la que siempre les recibiré con los brazos abiertos.

luns, xaneiro 16, 2006

Quinientas razones... ( VI )

Las réplicas de Miguel Ángel González.
Como en las apostillas a lo mejor no lo lee todo el mundo que recale por aquí les copio los comentarios que hace a mis críticas M. A. González (el coordinador del libro cuya presentación estoy glosando) que completan muy satisfactoriamente para mí lo expuesto el viernes pasado:
I
La necesaria síntesis en la exposición hace que se pasen por alto muchas cosas. Voy a replantearte la cuestión.En primer lugar, voy a exponerte el marco jurídico actual: La Constitución Española, en su artículo 2, reconoce el derecho a autonomía a las regiones y nacionalidades españolas. Dejemos de momento de lado el tema de las nacionalidades...Hay una cosa clara: las regiones españolas son perfectamente conocidas e incluso están definidas jurídicamente. Son: Galicia, Asturias, León, Extremadura, Vascongadas, Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Murcia, Andalucía, Baleares y Canarias. Están establecidas en el artículo 2 del R.D. del 30/11/1833, un artículo que según las consultas que hemos realizado sigue vigente.La división regional española y su delimitación también está recogida en la Ley Orgánica de 14/6/1933 que regulaba el Trbunal de Garantías Cosntitucionales de la II República y el Tratado Comercia entre España y Suiza de 1975.Observa que de todas estas regiones españolas, sólo dos no son comunidad autónoma y que las "anomalías" autonómicas está relacionadas con León y con Castilla.La Constitución Española establece además los requisitos para ser comunidada autónoma: provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes o ser entidades regionales históricas en el caso de las uniprovinciales. Creo que es obvio que ni Logroño, Ni Santander ni Madrid han sido nunca "entidades regionales históricas". En el caso de "Castilla y León" es obvio también que las provincias leonesas (aplicando el gentilicio de acuerdo al DRAE) y castellanas (también aplicando el DRAE) no tienen características históricas (las primeras proceden del reino de León y las segundas de Castilla), culturales (tampoco hay características culturales comunes ya que ni siquiera hay una identidad común, aunque este punto requeriría un tratamiento más exhaustivo) ni económicas (como queda demostrado por la necesidad de un "Plan Oeste"). "Castilla y León" no es una región española, nunca lo fue. Su propia denominación pone en evidencia que son DOS entidades históricas. ¿Por qué se le reconoció el derecho a autonomía a una región artificial?Por otra parte, la Constitución Española reconoce derechos a los pueblos españoles. Lo plantea en el preámbulo y lo establece en el artículo 46. Sin embargo, ¿qué implicaciones trae la creación de la comunidad autónoma de Castilla y León respecto al Pueblo Leonés, el pueblo correspondiente a la región leonesa (sea cual sea su delimitación)? Deja de existir. Como todas las regiones españolas son comunidades autónomas, se produce la identificación inversa, es decir, al de identificar comunidades autónomas con regiones, lo que trae como consecuencia que el Pueblo Leonés deje de tener entidad propia y pase a formar parte de un artificial "Pueblo Castellano-Leonés" que además es identificado, tanto por la Comunidad utónoma de CyL como por el resto de España como "Pueblo Castellano". ¿Que hay de los derechos a la conservación del patrimonio histórico, cultural y artístico del Pueblo Leonés, vinculado a la región histórica de León (así consta en las enciclopedias) del que encontramos referencias que se remontan a hace más de mil años y cuya existencia no era discutida cuando se promulgó la Constitución? A la propia Comunidad Autónoma no le interesa poner en evidencia que esta comunidad autónoma está formada por dos entidades históricas. En sus estatuto de autonomía niega que la leonesa y la castellana sean dos entidades distintas. Se refiere a la identidad ÚNICA de los reinos de Castilla y León (sí, aunque parezca incoherente) que la comunidad autónoma está recuperando y a cuya defensa orientará todas sus actuaciones e instituciones. Se refiera asimismo a un "Pueblo castellano y leonés" o "castellano-leonés" previo a la Constitución. Podría darte pruebas concretas de como la Junta de Castilla y León está invirtiendo mucho dinero para decir que León y Castilla nunca fueron regiones distintas sino, desde siempre una única región, pero seguiré cion mi hilo argumentativo.Por lo tanto no es que León le vendría mejor con una comunidad autónoma sino que la creación de una comunidad autónoma leoensa sería la consecuancia natural de la aplicación rigurosa de la Constitución Española. Hasta aquí, amigo mío, no veo traza alguna de nacionalismo ni de victimismo.Ahora sí empezaré con el victimismo: ni la región leonesa ni la provincia leonesa reciben lo que les correspondería si fueran comunidad autónoma. Este punto es normal aunque pone en evidencia que si esta región fuera comunidad autónoma como legítimamente le corresponde, le iría mucho mejor económicamente. Pero es que ni siquiere recibe lo que le corresponde de acuerdo a su peso poblacional. Centrémonos, como ejemplo, sólo en la provincia de León. El porcentaje de su población respecto al total es próximo al 20%. Sin embargo la cantidad que recibe por habitante le sitúa, año tras año desde hace 20 años, en los últimos lugares. En el caso del presupuesto para el 2006, en último lugar está Salamanca y después León. Y así, año tras año y tras año. Se hace por tanto eviden que, por una parte, el dinero que corresponde a León se va a otros sitios, y por otra, que el dinero que no recibe León hace que se agudice la crisis industrial, de infraestructuras y de población que padece. Exigir lo que te corresponde, especialmente cuando das datos precisos de que se está cometiendo una injusticia o discriminación, no es nacionalismo.Ahora bien. Supongamos que hubiera una autonomía leonesa, pluriprovincia o uniprovincial, ¿Existiría una nueva centralización ejercida desde la ciudad de León? Es lo más probable si se parte de un esquema de organización centralizado. Sin embargo, si se aplicará el modelo de organización territorial tradicional leonés, que se caracteriza por su fuerte comarcalización, fortaleza del poder local y debilidad del mundo urbano. En todo caso es un proyecto de TODOS los leoneses.Hay algunas razones que explican la razón de la fuerte centralización que ejerce Valladolid y que explican por qué esta ciudad impulsó (y lleva varios siglos impulsando) la formalización de esta región del Duero. La necesita para sobrevivir. El modelo de poblamiento del centro de la meseta consiste en centros de población importantes con otros núcleos de población subordinados (que es una de las diferencias fundamentales entre el modelo de poblamiento leonés y el castellano). Valladolid, para subsistir, necesita ser el centro y capital de una gran región.De momento no me enrrollo más. Espero que te haya resultado interesante y espero tus críticas. Un saludo
II
Lo que dijo Laureano es discutible en algunos cosas, pero tiennes que entender que a veces uno tropieza con sus propias palabras.Hizo una afirmación clara y cierta: los bercianos en sus documentos hasta el siglo XIX se identifican siempre como miembros del Reino de León. Yo mismo tengo un ejemplo de Cubillos del Sil. La fórmula empleada en los protocolos notariales es: "los vecinos de la villa ... perteneciente a la provincia del Bierzo, al Obispado de Astorga y al Reino de León". Cuando dice que el Bierzo nunca fue provincia se refiere al periodo que él conoce: el Antiguo Régimen y señala que el uso que se da a la palabra "provincia" en este periodo tiene un caracter méramente geográfico y no administrativo. Evidentemenet, en 1822 se creó la "provincia de Villafranca", que aunque incluía a Laciana y Cabrera, solemos identificar como la provincia del Bierzo.Durante todo el Antiguo Régimen, desde el siglo XV hasta finales del XVIII, la provincia de León estaba integrada por tres partidos, en torno a tres corregimientos: Oviedo, Ponferrada y León. En el siglo XVIII se creó la provincia de Asturias por lo que la provincia leonesa quedó integrada por dos partidos: Ponferrada y León. En 1822 cada uno de estos dos partidos se convirtió en provincia.En cuanto a la cuestión de la lucha del poder local de los pueblos de León frente al poder señorial por mantener sus derechos, es un episodio de nuestra historia impresionante. Algunos pleítos duraron siglos. Si quiere conocer con más detalle esta cuestión te recomiendo el tercer tomo de la "Historia de León" realizado por la Universidad de León. Está dirigido por Laureano Rubio y es muy estimulante.Un matiz a tu párrafo final:"... los principales problemas de León son que tiene una sociedad que vive engañada que no es consciente de su realidad por lo que no puede luchar por ella y que, en los momentos históricos determinantes, sus políticos nunca han estado a la altura de las circunstancias".No sólo dijo que los políticos no habían estado a la altura de las circunstancias, sino que tampoco la sociedad leonesa estaba preparada para esos cambios.Puedo además añadir que a esta sociedad se le ha ocultado, y se le oculta muy especialmente en estos momentos, su memoria histórica, su recuerdo de pueblo histórico y también podría dar pruebas sobre ello.
III
En la presentación te extrañó que se dijera que "al centralismo español le venía bien la creación de una gran región, núcleo de España, que sirviera de contrapeso a las autonomías catalana, gallega y vasca". Esto queda bien claro en la moción de la Diputacióon de León en la que se retracta de su decisión de incorporación al ente "castellano-leonés" e inicia los trámites para una autonomía leonesa. Dicen que "su participación en acciones equilibradoras ya no es imprescindible".El 19 de enero de 1983 el Ayuntamiento de Ponferrada (antes que cualquier otro ayuntamiento) decide en pleno extraordinario la desvinculación de León del ente y en una segunda votación la solicitud de una autonomía uniprovincial leonesa. Estas son declaraciones del portavoz de UCD del ayuntamiento de Ponferrada: "El sentimiento, la aspiración de todos los componentes de la Diputación, así como la mayoría de mujeres y hombres de El Bierzo, era el de optar por León solo, lo que así se manifestó en una primera encuesta realizada entre los ayuntamientos. Si esto era una realidad, también es cierto que se planteaba otra cuestión tremendamente importante y es que a la hora de gobernar se encontraban ciertas dificultades porque había un grupo andalucista, un grupo catalán, otro vasco y algún que otro diputado que estaba en forma independiente. Nuestro presidente provincial de partido, que en aquel momento tenía bajo su responsabilidad llevar a cabo el mapa autonómico de España llegó a la conclusión de que si proliferaban para lo sucesivo los entes autonómicos demasiado, llegaría un momento en el que el Congreso de los Diputados habría más diputados que intentarían defender los intereses peculiares de cada una de sus zonas que los intereses del Estado en su generalidad, de ahí su gran sublime idea de atajar en parte todo aquello que se veía casi seguro. Efectivamente lo atajó y consiguió consolidad un Estado, que a la hora de la verdad nos lo ha puesto de manifiesto las elecciones generales, en las cuales los partidos que derivaban de los entes autonómicos empezaron a perder fuerza y lo que adquirió fuerza fueron los partidos de ámbito nacional. Por lo tanto si se entendía que el Estado iba a ser ingobernable si proliferaban los diputados dimanantes de los partidos regionalistas en el año 1980, es cierto que en 1983 aquella duda, aquel temor, aquella angustia había quedado desvanecida. Es decir, por una necesidad de Estado se dijo sí a incluir a León en el ente castellanoleonés; por una razón de estado se atendió aquella necesidad, no porque realmente lo desease el pueblo de León y mucho menos sus representantes. En aquel entonces se consiguió que cada uno olvidase los verdaderos deseos, sus máximas aspiraciones y mejores logros para León en beneficio de algo que era más importante, que era la consolidación del Estado". Salió publicado en Diario de León el 16/1/1983
Da gusto tener lectores con ganas de discutir y no de reñir..

Quinientas razones… ( V ).

Finalmente intervino el presidente de la asociación Promonumeta, don Agustín Suárez, que, sin salirse de su terreno, señaló el grave error de la Junta de CyL que no ha sabido o querido gestionar recursos diferenciados y propios (en el sentido de que sólo León los tiene y los puede ofrecer a una eventual “industria” turística que no se potencia).
Estos recursos únicos son la catedral de León “para la cual la Junta no ha dado ni un solo euro en los últimos seis años” (don Agustín si hizo comparaciones y habló de los 800.000 € (Ricardo Chao me corrije diciendo que no son 800.000 sino 8.000.000) que el gobierno autonómico ha invertido en el teatro Zorrilla de Valladolid que pertenece a la diputación castellana), destacó como valores exclusivos de la pulchra leonina sus “mil ochocientos metros cuadrados de vidrieras, de los que mil cuatrocientos siguen sin restaurar, su carácter único en el arte gótico, el ser, quizá, la segunda catedral más importante del mundo en simbología cristiana y la primera de la cristiandad en simbología hebrea”. Como segundo valor peculiar desaprovechado citó el arte “mozárabe” y los demás elementos relacionados con el eremitismo que fue un hecho único en el Occidente que “sólo podría compararse con lo sucedido en Oriente”, de este eremitismo señaló Peñalba y San Miguel de la Escalada “al que la Junta dejó sin una sola luz no pagando el recibo electrico”. El tercer elemento único es la presencia tanto militar como minera del mundo romano (y no sólo Las Médulas) que convierten a León en un auténtico parque temático de lo romano totalmente desaprovechado.
Pero estas cosas la gente no las conoce porque alguien cree que es mejor que no las sepan para que no estén orgullosos de su historia de lo que fueron y siguen siendo. Así se les puede gobernar con mayor facilidad”.
Su exposición fue breve pues ya se sabe que al último ponente siempre le queda menos tiempo.

Quinientas razones… ( IV ).

En tercer lugar intervino don Laureano Rubio, catedrático de la facultad de historia, que comenzó señalando la confusión existente acerca de la realidad berciana que se manifestó en la prensa por el proyecto de reforma de Estatuto de Autonomía de Galicia, para él la actual situación se debe a una practica de “divide y vencerás” que tiene hondas raíces históricas. Afirmó que El Bierzo nunca había sido provincia, aclarando que el termino “provincia” tiene origen romano y fue empleado durante un largo periodo histórico como sinónimo de comarca. Para el señor Rubio la campaña de negación de la identidad leonesa tiene su momento álgido en el XIX cuando los ideólogos del centralismo liberal eliminan el régimen señorial pero también otras instituciones propias que se habían mantenido incluso tras Felipe V. Desaparecieron en ese momento las Juntas Generales de Tierra, institución que el profesor comparó con las Juntas Generales Vascas, y que eran órganos de representación de los municipios de una Jurisdicción que los defendían frente a otras instancias superiores.
La impresión que me dio don Laureano es la de estar acostumbrado a hablar aun auditorio convencido y no sé si el resto de los presentes lo eran yo, desde luego, iba a aprender cosas nuevas. Puede que lleve años hablando de la uniformidad de las tierras leonesas lo que quizá en alguna de sus comarcas no sea necesario explicar por evidente y sentido pero, sigo diciendo, es necesario aclarar mucho aquí en El Bierzo e imagino que aun más en Zamora y Salamanca.
De su discurso, bastante disperso aunque muy interesante, se deduce que los principales problemas de León son que tiene una sociedad que vive engañada que no es consciente de su realidad por lo que no puede luchar por ella y que, en los momentos históricos determinantes, sus políticos nunca han estado a la altura de las circunstancias.

Quinientas razones… ( III ).

Después del señor González tomó la palabra, para exponer sus “razones”, el profesor titular de la facultad de ciencias económicas don Julio Lago. Su tesis era que el establecimiento de la Comunidad Autónoma de CyL había perjudicado claramente el desarrollo socioeconómico de León (matizó que los datos a los que iba a aludir se referían exclusivamente a la provincia de León y no al conjunto de las “tierras leonesas”) Esperando que nadie se ofenda por ello –si es que alguien lee esto- voy a resumir su introducción como la clásica argumentación de un nacionalista o regionalista sobre la tesis de que “nosotros nos gobernaríamos mejor y gestionaríamos mejor nuestros recursos” afirmaciones que, si bien pueden ser ciertas, son bastante discutibles. Me intentaré explicar. Es posible que una administración propia y más cercana fuera más beneficiosa para los ciudadanos que la actual pero ¿a quién beneficiaría más? Y no me refiero territorialmente (porque es posible que se estableciese un centralismo capitalino en el que la ciudad de León obviase a la periferia -Zamora y Salamanca-) sino a los profesionales de la política. ¿Qué implicaría la creación de la Comunidad Autónoma de León (CAL)? El establecimiento de un gobierno autonómico con sus consejerías y delegaciones, un tribunal de justicia, un parlamento que serian gestionados por unos políticos pésimos. Si no es posible –los hechos lo demuestran- que lleguen buenos gestores a las instituciones centrales ¿puede haber en España 17 (ó 18) personas preparadas para ser presidentes de una comunidad autónoma? ¿Hay suficientes individuos dignos y preparados para ocupar 17 (ó 18) parlamentos autonómicos además de un Congreso y un Senado? Personalmente lo dudo pero soy consciente de que ese es un problema de los partidos políticos que requeriría otras soluciones y que no debe impedir, en ningún caso, discutir si debe existir una CAL. Pero a estos prejuicios que se pueden resumir en un “para gastar más sin solucionar nada, mejor nos quedamos en CyL” me contestó don Julio. “He hecho un estudio del gasto que supondría para el Estado la CAL –uniprovincial- comparándola con otra semejante en población y competencias que ya existe: Cantabria (dio los datos que las hacían semejantes). El coste de Cantabria es de 300.000 millones de pesetas y el de CyL 1, 3 billones. De tal manera que si León fuese comunidad autónoma habría que restar su coste al presupuesto de CyL, por lo que para las restantes ocho provincias habría un presupuesto de 1 billón de pesetas que considero suficiente para su mantenimiento”. Sobre esta premisa afirmó la viabilidad de la CAL uniprovincial “pues si necesitase 500.000 millones, ambas comunidades por separado no podrían existir por el alto coste que supondrían para España”, pragmatismo económico. Su exposición fue más larga y consistió en la descripción de la triste situación económica de nuestra provincia.

domingo, xaneiro 15, 2006

Quinientas razones… ( II ).


L. de la Mata para Diario de León.

El primero en intervenir fue el coordinador (en la foto, junto a su libro) que manifestó que ni el acto ni el libro eran “políticos” sino simplemente la presentación de un ensayo en el que se pretende describir la realidad de una tierra. Leyó la definición que el diccionario de la Real Academia Española hace de “leonesismo” (amor o apego a las cosas típicas o características de la región leonesa) y resaltó que ese “amor” no puede nacer si se desconoce lo que León es. Y “aquí –recalcó- está el fundamental problema: la historia de todo lo relativo a León ha sido y sigue siendo ocultada”. Don Miguel Ángel destacó que esta estrategia de ocultación de lo leonés es la que ha desprovisto al Bierzo de su verdadero marco histórico y resumió el problema de la identidad comarcal con la siguiente frase “como El Bierzo, evidentemente, no está en la cuenca del Duero tiene que ser Galicia parece concluir la gente, pero se olvidan que entre Castilla y el finisterre hay otra realidad: León.” Expuso los avatares históricos de las tierras leonesas desde la Asturiae romana y se centró en la repoblación (tema que pude deducir que es de vital importancia para las tesis leonesistas porque luego fue repetido por otro de los ponentes), en tiempos de reconquista la repoblación de Zamora y Salamanca fue hecha por gente de las montañas de León y El Bierzo de ahí la unidad de cultura, costumbres e identidad de las tres provincias que integrarán –siempre según los colaboradores del libro- la Comunidad Autónoma de León.
A juicio del coordinador de la obra son características propias de las tierras leonesas un derecho consuetudinario propio (que tiene su base en los fueros que a cada nueva población que se iba fundando según avanzaba la repoblación), un peculiar modo de poblar el espacio (pequeñas poblaciones dispersas) y un predominio de la solidaridad en las relaciones humanas (propiedades y tierras comunales) El señor González avanzó demasiado deprisa en la explicación de los avatares históricos del Reino para llegar al proceso autonómico señalando que la creación de la artificial Castilla y León (CyL) respondía “al interés del centralismo español que necesitaba una comunidad fuerte y grande que aglutinara el conjunto frente a las tendencias federalistas de la periferia” y que si bien los partidos y representantes leoneses no estaban de acuerdo con la creación de la actual comunidad, al final y obedeciendo órdenes de las cúpulas estatales, acataron el proyecto (Ejemplo de esto es para don Miguel Ángel la premura –sólo diez días- con que se realizó la votación a favor de CyL en los entes locales leoneses, lamentablemente no citó cual fue el plazo normal en el que otras nacionalidades y regiones votaron los municipios para que sus oyentes pudiésemos comparar) Concluyó señalando que el establecimiento de la comunidad de CyL concluye la citada estrategia de ocultamiento de la realidad leonesa pues, en la actualidad, los planes de estudios elaborados desde Valladolid tienden a contar una inexistente historia común en la que se llega a negar la existencia independiente de León y Castilla.

sábado, xaneiro 14, 2006

Quinientas razones por las que habrá una autonomía leonesa ( I ).


Ayer, trece de enero, se presentó la obra social de Caja España en Ponferrada el libro de Ediciones del lobo sapiens que lleva este título. Ensayo en el que don Miguel Ángel González compila el medio millar de razones que a juicio de una serie de expertos hacen evidente que, tarde o temprano, “las tierras leonesas” (León, Zamora y Salamanca) se integrarán en el sistema autonómico español como una comunidad propia.
Intervinieron en el acto el citado señor González; don Julio Lago, profesor titular en la facultad de ciencias económicas de León; don Laureano Rubio, catedrático en la de historia y don Agustín Suárez, presidente de la asociación Pro-monumenta. (Los nombres y sus profesiones o méritos pueden ser otros porque la presentación del acto fue un tanto caótica)
El público era escaso, en la puerta de entrada alguno de los oradores lo achacaba al mal tiempo pero, ya dentro, se aludió desde la tribuna a la intervención de "los duendes del correo electrónico de los medios", expresión que el presentador (que no puedo decirles quién era, pues no se presentó a si mismo) utilizó con una evidente ironía quizá para hacer patente un cierto desinterés de la prensa berciana por lo leonés.
Todos los ponentes, a excepción de don Laureano, hicieron una breve introducción, a mi parecer absolutamente necesaria, referente carácter leonés del Bierzo. Después de vivir diez años fuera de esta comarca a la que regresé hace año y medio, creo que el sentimiento leonesista no tiene demasiado arraigo por estos lares. (No hay más que ojear comentarios a concretas noticias de eBierzo.com o la reciente polémica político-periodística sobre la posibilidad de que determinados municipios bercianos pasasen a Galicia) Estas introducciones fueron demasiado breves por lo que no consiguieron su objetivo de hacernos sentir como propio el problema que nos iban a exponer a los espectadores que no íbamos previamente convencidos sino, simplemente, dispuestos a aprender.
ADDENDA: Ricardo Chao, que colaboró en la elaboración del libro, da una buena razón para mi hipersusceptible crítica sobre los duendes del correo virtual. Desde su Corazón de León comenta la presentación de libro en la capital. Les recomiendo que buceen por su bitácora donde ligan temas tan interesantes como el leonesismo, la historia, la astronomía y el pensamiento crítico, imprescindible. (16 de enero)

Mañana ( y IV ).

El depósito de Napalm estaba en las afueras de Pamplona lo que exigía a la Regencia negociar con el Lehendakari. Sabían que el presidente vasco no aceptaría el uso de las armas de los etarras. Euskadi resistía los embates de los andalusís con un escaso ejército aprovechando las ventajas que le daba su orografía, su frente apenas había retrocedido diez kilómetros en tres años, pero si España caía Euskadi estaba condenada a la anexión. El Regente llamó al Lehendakari: “he hablado con Atila y pone a nuestra disposición su arsenal. Tiene Napalm en Pamplona.”; “¿Estás pensando usarlo? Casi he convencido de tu legitimidad a la ONU pero un ataque masivo a la población civil fortalecería al Califa y más bajo presidencia estadounidense del Consejo de Seguridad… ¡Despierta! ¡Hemos de abandonar la península!”; “No podemos abandonar –replicó poco convencido el Regente- ¿Dónde iremos? Diez millones de personas, ¿un éxodo?”; “La Unión Sudamericana ha ofrecido asilo a todos los refugiados, sólo ellos tienen medios…”

NOTA DEL EDITOR:

Este “esbozo para un relato”es obra de mi querido amigo Alejandro Pérez Sánchez, opositor a la carrera judicial y escritor vocacional. Dos meses después del nefasto once de marzo de 2004 me lo envió por correo para que le diera su opinión. Tras leerlo de un tirón, como sin duda habrán hecho ustedes, le llamé y le dije. “Me gusta mucho. Tienes que continuarlo.”. Por una de esas ironías de la historia falleció en el atentado que, según la últimas investigaciones, un grupo vinculado a Al Qaeda cometió contra la Audiencia Nacional el 6 abril de 2005. Él se dirigía a examinarse al Tribunal Supremo cuando el camión bomba estalló. Quede este relato en recuerdo deAlejandro y las víctimas del terrorismo.
Sergio B. Landrove.

venres, xaneiro 13, 2006

Mañana ( III ).

A las diez y media de la mañana Atila, el histórico dirigente de ETA, entró en el Pazo de Raxoi. Había escapado de la cárcel de Málaga aprovechando un motín y el Lehendakari lo había detenido cuando intentaba pasar a Francia poniéndolo inmediatamente a disposición de las autoridades españolas. No era el momento de presos comunes pero el “Gobierno Provisional del Reino” tenía como primera premisa, siempre que fuera posible, mantener la normalidad constitucional, además Atila era un asesino deleznable y no podían hacer la vista gorda. El gobierno lo trasladó al campo de concentración de Ponferrada. Allí ofreció al Director su colaboración para revelar la localización de los zulos que ETA tenía en territorio no ocupado y que podían ser utilizados por el ejército aliado. El Regente apenas tenía opciones, el recrudecimiento de los ataques estaba minando la moral de sus tropas y creía necesario dar un golpe de mano. Accedió a reunirse con el terrorista en Raxoi.

-“Tenemos Napalm” –dijo Atila.
-“¡Hijo de puta!” –gritó el Regente dando un puñetazo en la mesa. Se levantó y abrazó al asesino: “¡Grandísimo hijo de puta!”

Las recomendaciones del General en Jefe eran claras sólo con ataques indiscriminados a la población civil lograrían desestabilizar al califato andalusí y el Napalm de ETA, si realmente existía y estaba bien conservado, era una oportunidad única que les daría tiempo en tanto la ONU no enviaban los esperados refuerzos. El Regente sabía que esos ataques eran necesarios pero guardaba silencio porque no conseguía que le sonasen ajenos los nombres de Madrid y Granada.

xoves, xaneiro 12, 2006

Mañana ( II ).

El Regente, desde su despacho en la planta trigesimoctava del Pazo de Raxoi, intentaba imaginar como se hubiera visto la catedral desde aquella ventana. Habían pasado ya cuatro años desde el ataque a Santiago de Compostela con el que había empezado todo, cuatro años desde el bombardeo masivo a la ciudad santa que distrajo los esfuerzos del ejército, mientras comandos especiales tomaban los cuarteles. El ataque sincronizado a Compostela, Roma y Jerusalén, dejó a España sola en el concierto internacional porque las prioridades eran otras. Era necesario no reavivar la recientemente solucionada cuestión Palestina, sustituir al Papa,… ¿qué importaba España? El CNI desconfió de los estadounidenses e israelíes que llevaban tiempo buscando una zona de conflicto lejos de sus fronteras. El Presidente del momento apenas podía creer que sus aliados hubieran proporcionado los medios a los ejércitos islámicos, pero ¿quién si no? La República Francesa desde el primer momento prestó su apoyo incondicional pero el vertiginoso ascenso de los partidos de radicales religiosos (católicos, musulmanes y judíos) en su Asamblea Nacional maniató al ejecutivo que se limitó a gestionar la ayuda humanitaria exterior.

Compostela era una ciudad caótica que albergaba la sede del Gobierno y la Regencia en un complejo de edificios construido sobre las ruinas del Pazo de Raxoi frente al solar en que, en su día, se alzó la catedral. El resto de la urbe era un conglomerado de escombros, chabolas y edificios de nueva construcción en los que intentaba sobrevivir una población depauperada y enferma. Las ciudades que aún no habian sido bombardeadas mantenían un aspecto semejante al de antes de la guerra pero la suciedad, la falta de suministro eléctrico y de agua potable las había convertido en inhabitables. La población se concentraba en el campo y desde todas las comarcas se organizaban caravanas con destino al Portugal Libre y a Euskadi con el fin de abandonar el infierno en el que se había transformado la península Ibérica.

mércores, xaneiro 11, 2006

Mañana ( I ).

Las tropas de voluntarios llegadas de Euskadi reforzaron el frente de Zamora proporcionando un pequeño respiro que a duras penas permitía alegrarse. La guerra estaba perdida de antemano, sólo cabía mantener las posiciones mientras fuera posible para organizar la evacuación del superpoblado Reino de España. Los gobernadores militares de Salamanca y Segovia no podían abastecer a los miles de desplazados que cada día lograban atravesar las fronteras. En los campos de refugiados el reparto de alimentos acostumbraba a terminar en masacre. La ayuda de las Naciones Unidas se retrasaba por el acuerdo entre Israel y Palestina que impedía al Consejo de Seguridad reconocer al gobierno militar español. Además la declaración de libertad de culto en Al Andalus había sido una hábil maniobra del Califa con la que consiguió que muchos (cientos de miles) africanos y sudamericanos se quedasen en el sur, que comenzaba a recuperarse de los efectos de la guerra, antes de desplazarse al inestable norte. La espuria definición de Al Andalus como estado aconfesional unida a la firma por sus representantes de los más importantes convenios internacionales de protección de los derechos humanos, permitieron nuevas alianzas, sobre todos con paises del tercer mundo que llevaban décadas esperando el momento para “vengarse” del opulento norte. Varios ejercitos subsaharianos se ofrecieron para reforzar el frente catalán y hacer posible la invasión de Francia. Tras varios siglos ellos volvían a escribir la historia y, mientras el Regente llamaba a la larga guerra española“invasión”, el Califa, y con él la mayor parte de la comunidad internacional, la denominaba “reconquista”.

domingo, xaneiro 08, 2006

Un miedo del narrador.

Tras el conocido caso de Alonso Quejana, Quesada o Quijano, que ya se sabe que en esto no son contestes las fuentes, todos los narradores tienen miedo de provocar en sus lectores un estado de enajenación parecido al del manchego que, a pesar de los fastos oficiales del año pasado, saben que no sería bien recibido por la sociedad ni por las instituciones. Este miedo de los escritores se multiplicó después de que transcendiera a los medios el conocido como affaire Bovary.
Quizá por eso algunos autores, cuando asumen la posición de un tercero objetivo para narrar sus ficciones, se curan en salud advirtiendo a los lectores de que lo que nos cuentan no es verdad. Nos dejan señales (o lo expresan abiertamente) para sacarnos del ensimismamiento en la historia y que paremos mientes en el papel impreso y en la realidad del libro. “¡No te lo creas!” –nos dicen.
Recorremos en un instante, gracias a esos artificios, el camino de la ficción a lo acaecido y nos sorprende lo sumergidos que estábamos ya en el relato.

Tres ejemplos dispares:

La muerte del funcionario. Relato (1883) Antón. P. Chejov.

Una agradable velada, el no menos agradable ujier Iván Dmítrich Cherviakov estaba sentado en la segunda fila de la butaca y miraba con sus gemelos el espectáculo La campana de Corneville, sintiéndose en la cumbre de la felicidad. Pero de pronto… En los relatos se encuentra mucho este “de pronto”. Y los autores tienen razón. ¡La vida esta llena de imprevistos! (…)

[Traducción de don Víctor Gallego Ballesteros para Cuentos. Alba Editorial]

El hombre que era jueves. Capítulo 9. (1908) G. K. Chesterton.

(…) Syme recordaba esos absurdos miedos de ayer como uno recuerda haber tenido miedo al Coco de pequeño. Pero ahora era de día y estaban ante un saludable hombre de anchas espaldas, vestido de tweed, en el que no había nada raro salvo el accidente de sus feos anteojos y que no miraba furioso ni hacía muecas siniestras, sino que se limitaba a sonreír continuamente sin decir palabra. El conjunto daba una sensación de realidad insoportable. Bajo la luz solar cada vez más fuerte, los colores de la tez del doctor, del dibujo de su tweed crecían y aumentaban amenazadoramente, del mismo modo que este tipo de detalles se convierten en algo demasiado importante en una novela realista (…)

[Traducción de doña Alicia Bleiberg para Alianza Editorial]

Los pies por delante, en Cuentos Ciertos (1955) Max Aub.

Le jaleaban, las palmas venían solas al repiquetear del zapateado. Chaquetilla corta, pantalones ajustados que le regalara, con lágrimas en los ojos, el viejo Retana, pese a su fama de avaro. Y botas de caña. Hasta que conoció, al azar de una madrugada tibia, al Marqués de X (como se dice en las novelas) (…)

Estos recursos luego han sido empleado como eficaces armas de la metaficción pero eso es otra historia.

venres, xaneiro 06, 2006

Primeras fábulas crípticas del año.

XII

La polilla, harta de lana, esperaba el cambio de estación.

XIII

Tras la asamblea las serpientes decidieron no querellarse contra el autor del Génesis.

XIV


El pulpo se hizo un lío.



XV

"¿Un vegetal es un animal?" fue la escueta pregunta que envió el insecto palo a un consultorio radiofónico esperando, al fin, salir de la depresión.

xoves, xaneiro 05, 2006

GERIFALTE INSTANTÁNEO. Capítulo 12.

Resumen de lo publicado: Alfredo, el chófer de Troche i Poch, haciéndose pasar por editor de LE ROSAIRE ofrece a Sergio B. Landrove un trabajo de encargo: completar la novela por entregas titulada Gerifalte instantáneo.

El despacho de Duarte mostraba los signos de tres intensos días de trabajo: las carpetas se amontonaban abiertas en la alfombra dejando un reguero de documentos, desde la mesa más papeles se precipitaban al suelo según eran desechados por Troche y el prelado compostelano y en la pizarra que ocupaba una de las paredes había un esquema en el que decenas de flechas se entrecruzaban impidiendo a los propios autores descifrar su último sentido. El timbre del teléfono sonó ahogado bajo el mar de papeles. Los dos hombres lo buscaron impacientes por saber la noticia que podía hacerles tener que comenzar de nuevo. Tras varios intentos fallidos Duarte dio con el auricular «Diga»; «Aceptará, señor Troche. ─Alfredo tras la comida llamaba para dar cuenta de su encomienda─ Incluso parece encantado de que sea un trabajo de encargo»; «Muchas Gracias, Alfredo» Tras dirigir un gesto de éxito al Arzobispo, Duarte marcó el número del Secretario General de CEAS. «Señor, ya tenemos un modo de difundir la verdad sin que nadie se la crea y frustrar el eventual retorno de Felipe VI», dijo emocionado; «Abrevia, por favor»; «Editaremos un pasquín en el que se cuente toda la verdad como novela, así no llegarán a nacer rumores porque previamente se habrá difundido como ficción»; «Clásico y eficaz, Duarte ¿has encontrado escritores?»; «Creo que con uno llegará, ─Troche se arrodilló para buscar la ficha de Landrove en uno de los montones que había bajo su mesa pero el arzobispo le hizo una seña indicándole que la tenía en el bolsillo de su pijama─ Alfredo me acaba de confirmar que el número A32-180770 aceptará el encargo» Benito Pantaleón consultó en su computadora el fichero de premios literarios que convoca el CEAS.: «Landrove… Recuerdo que me hablaste de él. Buen trabajo.»
El Secretario General salió de su despacho y se encaminó a la planta superior desde la que Citric seguía la huída del monarca. Pantaleón se sorprendió al ver al estadounidense impecablemente vestido colocado chinchetas sobre un mapa de Europa. «¿Qué sabes del paradero del Rey?»; «Ha intentado despistar a mis hombres pero sabemos que ha parado en los aeropuertos reales de Holanda, Bélgica y Suecia pero parece que ninguno de sus colegas quiere comprometerse dándole más que repostaje y avituallamiento. Ahora creemos que se dirige a ─el dedo de Alexander titubeó sobre el mapa antes de posarse sobre la península de Jutlandia─ …Dinamarca.»
Pantaleón recibió la noticia dando un puñetazo a la pared: «¡Rosencratz!»-dijo con odio. «Efectivamente, señor, allí está el viejo amigo de don Felipe»
Publicado en Le Rosaire de l´Aurore, número dieciseis. Diciembre de 2005.